No hace mucho frío, pero hay viento y molesta, y el cielo está nublado. Walter Lema se sirve un vaso de Pepsi y casi al mismo tiempo prende un cigarro. No tarda nada en escupir las primeras palabras y sentenciar: “Placer para el reventado es muy careta y para el careta es muy reventado”. La banda que ya viene cargando con varios discos en sus espaldas, ahora suma Extrañas, un disco que desde la tapa engaña, porque parece venir con un tono oscuro, tono y apariencia que solo descansa en el arte de tapa, porque salvo una o dos canciones, Placer mantiene ese pulso pop y ganchero del comienzo. “La tapa del disco la hizo Silvia Canosa, pareja de Leo Ramella. En realidad, entre los dos tenían una idea que la llevaron a cabo, me la mostraron y me gustó. Por lo general busco que la vuelta en las tapas de los discos la encuentren ellos. Yo busco la vuelta en las canciones”, dice Walter mientras se acomoda el flequillo, porque en la esquina de Primera Junta se vuelve insoportable el viento.
Extrañas tiene un invitado de esos que siempre suman y aporta su cuota de estilo y personalidad: Adrián Dárgelos, quien se sumó después de un llamado que Walter le pegó. “Fue un tema que hice y surgió la idea de invitarlo a él. Me pareció que le quedaba bien a la canción. No sabíamos qué parte iba a cantar, lo fuimos viendo después. El tema quedó genial”.
En el disco también hay otras colaboraciones, como la Michele Peyronel, Tuta Torres y Miguel Castro, ex Victoria Mil y actual UN. A Placer le alcanzan estos cuatro discos para contar en las letras todo tipo de vivencias y sensaciones. “Somos una banda, yo hago la música y arriba de eso los demás interpretan. Considero que los chicos son parte de la canción. La música la dividimos entre todos”, dice Walter, mientras sigue, de a sorbos, terminando la botella de vidrio de Pepsi que la moza le dejó en la mesa. Si bien Placer es una banda bien constituida, y Walter siempre deja en claro que el trabajo es grupal, la mayor parte de la creación de la banda sale de su cabeza. “Siempre voy subiendo un escalón en las composiciones”, suma el líder de Placer. Cuando Walter habla de su forma de componer la hace corta y no anda con muchas vueltas, y muchos menos recurre a viejos eufemismos. Él dice que agarra la guitarra y canturrea algo por arriba, después le pone algún acorde que le suene bien y listo: todo se lleva a la banda para darle el toque final. “Este disco buscamos que quede concreto. Tuve miles de canciones buenísimas, pero las tocaba con la banda y veía que no funcionaba, entonces si no funciona con la banda lo sacamos”, larga Walter para que más o menos podamos entender cómo trabaja la maquinaria de Placer y su cabeza.
Walter es un tipo inquieto, y como todo buen inquieto, no puede quedarse solo con un proyecto. Además de Placer, hace un tiempo que armó Walter Lema Dúo, donde lo acompaña el mismo guitarrista que también toca en Placer. “Tenía otras canciones y sentía que no eran para tocar con la banda y daba más en otro formato. Todo fue producido por Leo Ramella”. Pero a Lema Dúo lo ve solo como un pasatiempo, donde quizá deja algunos recortes que no quiere tirar o perder en algún cajón de su caja, su tiempo completo está dedicado a Placer. “Hay cosas distintas entre los discos”, comenta, como para marcar que la banda, disco tras disco, siempre está buscando algunas sensaciones nuevas, algunos sonidos y musicalidad por fuera de lo que ya venían trabajando en algunas canciones anteriores.
La discoteca de Placer se nutre de discos varios e influencias distintas, el sonido de la banda juega con el pop, pero claramente se ve que llevan una actitud muy punk. “Yo siempre escuché punk rock, ojo también mil cosas más, pero me siento cómodo con el punk, pero a raíz de ahí voy a otras partes”, explica Walter. La palabra Placer le queda bien a la banda, y más cuando uno escucha hablar a Walter. “Veníamos usando la palabra placer en muchas letras y yo veía que estaba todo medio mal acá en el país, bueno siempre está todo mal, y también veía que los nombres de las bandas que había no me gustaban, y de pronto me di cuenta que tenía la palabra placer y que el Placer es lo que buscamos todos. Listo dije, queda Placer”, dice para finalizar.
El gran escritor William Burroughs, de la famosa generación beat, dijo en uno de sus viajes químicos y lisérgicos que quizá, por ahí, todo tipo de placer sea un sustituto. Releyendo la frase uno puede pensar que quizá, también, por ahí, el disco Extrañas de Walter Lema y los suyos sea un sustituto para estos días de invierno gris que se avecinan.