En medio de tiempos de incertidumbre general, Poseidótica tiene varias certezas. El grupo de casi 25 años de historia, con un disco nuevo de tan solo meses en la calles, vuelve a enfrentar el desafío de reconfigurar su formación. Sin embargo, esta vez, con el detalle esencial del compañero que decidió bajarse de la nave: Walter Broide, histórico integrante de Los Natas que pasó 15 años como baterista del grupo.
De todas formas, gracias a todos sus años en la independencia, el grosor del cuero de la banda está curtido por la obstinación y perseverancia que los obliga casi por naturaleza a seguir hacia adelante. Es así que, después de una gira por Rosario y Córdoba junto a Lucy Patané, Poseidótica llega este jueves 21 de noviembre al Teatro Ópera de La Plata en marco del ciclo “Semana del indie” para estrenar una energía renovada y su flamante escuadra.
En junio, Poseidótica publicó Las palabras y la realidad, su quinto álbum de estudio. Para una banda instrumental, la ausencia de palabras cantadas obliga a que el universo se construya pura y exclusivamente sobre la música. Una que, además, es casi inclasificable: se pasea por el rock expansivo, lo matemático y la psicodelia oscura con matices progresivos y experimentales.
Sin embargo, el imaginario que rodea al grupo termina de tomar forma gracias a los nombres de las canciones, los títulos de los discos y sus conceptos. Para este último, al abrir la edición física aparece una narración de un futuro distópico donde resalta una frase, casi premonitoria: “Desconocerse y aprender. Recuperar el foco y reinventarse por enésima vez”.
“En este disco hay mucho de las relaciones humanas -cuenta Cobra Rod, bajista y timonel de la banda, en conversación con Indie Hoy-. Lo siento muy de lo que está pasando ahora con el grupo, lo que pasó con Waldo [Walter]. Cuando le pusimos el nombre, nadie sabía que se iba a ir. Pero bueno, en algún punto era como que las palabras y la realidad son dos opuestos, porque a veces digo esto pero hago lo otro. Pero, en algún punto, si lo llevamos al caso Waldo, no fue así: él dijo algo y lo hizo. Trajo una noticia, pero también una solución. Fue muy loco”.
Walter se sumó a Poseidótica después de Los Natas, “lo que me mantuvo tocando sin interrupciones durante todos estos 30 años”, explicó en un comunicado de despedida que publicó en sus redes sociales. “Hoy me siento con otras necesidades en la vida, tengo deseos y ganas de poner mi energía en otras cosas y esto significa que voy a dejar de tocar en Poseidótica para poder abocarme a otras necesidades que hoy me son fundamentales”.
Ante el impacto de la noticia, fue el mismo Walter quien trajo la solución como arrastre del problema. “Tuvo un gesto muy maduro y muy generoso -dice Cobra Rod-. Ahí mismo nos propuso quién era la persona que él creía que iba a ser el mejor para ocupar su lugar. Nos contó que había hablado con Lucas Galiñanes, que le había contado de todo esto y que le había preguntado si estaba para sumarse, a lo que dijo que sí. Todos lo conocíamos de hace años y sabíamos que es un batero espectacular, además tiene muchos valores como persona que sabemos similares”.
En ese momento, la transición se dio de una forma muy natural, tanto por la buena predisposición de Walter como por el entusiasmo de Lucas, alguien que ya seguía a Poseidótica hace años y conocía muy bien a los guitarristas Santiago Rua y Eugenio De Luca. “Que alguien te venga con un problema y con la solución a la vez es muy valioso, no suele suceder”, dice Cobra. Sin embargo, hacia los adentros de la banda no fue fácil.
“Fue un cimbronazo fuerte porque no es solo que se va el baterista, sino que se va una figura, nuestra y de la música -dice Cobra Rod al recordar el momento-. Así lo conocí, como un ídolo. Todos estos meses fueron muy emotivos, porque al mismo tiempo seguimos tocando y sabíamos que eran las últimas fechas juntos, pero lo sabíamos nosotros y la gente no. Después de 14 años uno va creciendo y puede cambiar. Somos seres mutables y debemos empezar a ser flexibles, me parece que es una virtud nueva que aprendimos de todo esto, que es muy positiva, sobre todo en el mundo que estamos viviendo en el que todo va a las chapas y es muy cambiante. Adaptarse a nuevas cosas”.
Sin embargo, ante la salida de su baterista, compañero, hermano, ídolo y figura, la pregunta natural podría haber sido si el grupo tenía la suficiente fuerza o voluntad para continuar. Pero no hizo falta debatirlo. “Calculo que cada uno internamente se planteó si seguir o no, pero no hubo muchas dudas. No hizo falta poner arriba de la mesa esa posibilidad”. Si uno de los conceptos principales dentro de su propio disco era ese de “desconocerse y aprender. Recuperar el foco y reinventarse por enésima vez”, así lo pudieron hacer, al pie de la letra.
De todas formas, la obstinación no es caprichosa. Esa manía por seguir adelante es producto de 25 años en los que Poseidótica construyó lo más reconocible de su esencia: una forma de hacer coherente a lo largo del tiempo. El grupo consolidó una posición en la independencia por prueba y error y también por una fuerte convicción de libertad artística.
“La pregunta podría ser al revés, ¿por qué no dejaron de ser independientes para pasar a otra escala y probar otra cosa para que les vaya mucho mejor? -se pregunta Cobra Rod en voz alta-. Pero nosotros tenemos referentes en la independencia, el movimiento punk y hardcore, ver la forma en cómo se organizaban con el tema de los shows, los sellos discográficos. Podría ser la movida de Washington DC con Fugazi y demás, pero el referente acá fue Boom Boom Kid, siempre. Es un paladín de la independencia imparable. Encontré en él que depender de un tercero no era el camino, lo mejor era ir a buscarlo nosotros, porque ese otro no siempre te va a resolver. Yo quiero ser una banda independiente, quiero invitar a otros grupos y quiero autoeditar mis discos”.
Ese faro punk que guía el camino llega a todos los ámbitos del curso artístico de la banda, desde la forma de desarrollar sus propias fechas, hasta la relación con otros grupos, siendo que Poseidótica supo tener Viaje del Agua, su propio festival con una curaduría especial guiada por afinidad y capricho. “Es una decisión. Compartir es necesario. Es una escena musical, hay intercambio con otros, tiene que haberlo, me parece que es sano. Hay que armar comunidad”, asegura el bajista.
Además, en un contexto de recesión y de crisis económica, la banda también sabe que la accesibilidad de las entradas es clave para poder llegar a las personas y desarrollar así sus recitales. “Boom Boom Kid pone precios baratos e irrisorios y llena todo. Podría cobrar 10 mil pesos más y la gente iría igual, entonces hay un gesto ahí que también es valioso en eso de no sarparse con los precios de las entradas”, señala Cobra.
De esa forma, Poseidótica llega este jueves a La Plata para la Semana del Indie, en una fecha para estrenar formación y demostrar que más allá de algunas dudas, la banda tiene bien en claro el camino recorrido y de qué está hecho el grupo. Las instancias de reconfiguración requieren de un análisis retrospectivo de lo construido hasta ahora. Poseidótica tiene 25 años y detrás de eso hay una idea clara que obliga a superar los obstáculos más difíciles y también impulsa a la experimentación artística. Una certeza en tiempos de incertidumbre. Una convicción que se mantiene aún con el paso del tiempo y de los compañeros.
La independencia no es una obligación, sino más bien una elección consciente, aún después de tanto recorrido. “En todo esto se mezcla la música, la gestión, lo creativo -concluye Cobra-, es como que hay mucho, y lo humano sobre todo de un grupo de personas que elige seguir, que se mantiene y que también avala esta forma de avanzar. Ser independiente es una decisión compartida. ¿Hay sacrificio? Sí, un montón. ¿Funciona? No sé, pero acá estamos, bien vivos”.
Poseidótica se presenta el jueves 21 de noviembre a las 19 h en el Teatro Ópera de La Plata (Calle #58 773, La Plata) en el marco de la Semana del indie junto a Mostruo!, Camionero, Tigre Ulli, Piba y 12 Aviadores. Entradas disponibles a través de LivePass, con 20% de descuento para socios de la Comunidad Indie Hoy.
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