Referencia inevitable a la hora de hablar del shoegaze y protegidos de Alan McGee a principios de los ’90, los héroes del genero decidieron retomar las cosas donde habían quedado mediante una gira de reunión que comenzó dos años atrás. De esa gira al regreso consumado con Weather Diaries (disco editado recientemente y tras más de 20 años sin entrar a un estudio juntos), en camarines y a minutos de brindar un show categórico en la Grande Halle de la Villette, Alan y Loz de Ride hablan para Indie Hoy sobre el pasado, presente y futuro de una banda que nunca perdió su esencia.
¿Qué los motivó a volver 20 años después de su último disco?
Loz: Había muchos asuntos sin resolver. Creo que cuando la banda terminó quedamos con el sentimiento de que todo había sido muy fugaz y quedaron muchas cosas por hacer. Quizás el éxito nos sorprendió rápidamente, tal vez sucedió cuando éramos muy jóvenes y la cosa inevitablemente de a poco empezó a ir mal. Personalmente, siempre quedó dando vueltas la pregunta de “¿qué más podríamos haber hecho?” en una manera positiva, por eso es que cuando surgió la idea de volver, realmente fue una buena idea, se sintió saludable reunir la banda y hacer música nuevamente.
Andy: Totalmente. Fue un placer juntarnos una vez más y hacer música. Al principio se trató de algo temporal hasta convertirse en algo permanente, al ver que la cosa funcionaba muy bien.
¿Toman conciencia sobre el legado generado y el hecho de seguir siendo una influencia, más allá de los cambios que ha experimentado el mundo en ese lapso temporal?
L: Estamos muy orgullosos sobre el hecho de que lo que hicimos en ese corto período haya perdurado en el tiempo. Todo fue muy rápido y ha sido grandioso para nosotros ver como aquello creció en estos 20 años.
A: Es realmente particular lo que ha sucedido y sigue sucediendo. Más allá del paso del tiempo, es normal el hecho de ser testigos de pedidos del tipo “Vengan a Chile o vengan a Argentina” (risas).
¿Como fue el proceso de grabación de Weather Diaries, teniendo en cuenta sobre todo que la última vez que habían estado juntos en un estudio fue para el celebrado Tarantula de 1996?
L: Amo la forma en que hicimos este álbum en comparación a los anteriores, ya que esta vez tuvimos más tiempo antes de entrar a grabar. Fue algo grandioso porque antes debíamos estar todos en el estudio, a veces hasta escribíamos canciones allí y todo decantaba según la performance que llevábamos a cabo juntos y en ese momento. Esta vez, esos 20 años de experiencia se vertieron en los demos que estamos haciendo, y tuvimos la chance de trabajar de una manera mucho más minuciosa en cada una de las canciones. Al momento de grabarlo fue más como una fiesta, como un gran “playground” musical en donde todos nos divertíamos haciendo la música que queríamos hacer y guiándonos en un sentido creativo, no sé si tiene mucho sentido, pero realmente lo disfruté.
A: Fue grabado de forma diferente a nuestro a álbumes previos. Todas las cosas que tal vez antes hicimos mal, con Weather Diaries las hicimos bien.
¿En qué momento del regreso se dieron cuenta de que estaban preparados para ingresar al estudio juntos, una vez más?
A: Cuando comenzamos con los shows nos dimos cuenta de que algo pasaba. Empezamos a hablar de un futuro posible, de posibles grabaciones y para el momento en que terminamos la gira de regreso, ya estábamos haciendo un álbum.
¿Que disfrutan más hoy: el vivo o el estudio?
L: En el pasado no he disfrutado tanto el estudio como en este álbum, es más disfrutable el estudio en la forma en la que tocamos ahora. Generalmente prefiero más el vivo, amo tocar nuestra música, así que normalmente diría que el vivo, pero ahora el estudio está siendo muy divertido.
Ride en pleno Tour: ¿qué suena en el bus de gira?
A: Más que lo nuevo, en el bus tour escuchamos canciones por diversión. Suena mucha música como Talking Heads, Quincy Jones o Brian Eno.
L: Un poco de todo. A veces suena algo de música electrónica y podemos pasar a bandas como Siouxsie and the Banshees sin problemas. Estamos eligiendo qué escuchar, nos agrada la idea de mirar y escuchar a través de todo.
En general, en París y al margen del festival, percibo un fuerte crecimiento de bandas que tienen como influencias ritmos latinoamericanos. ¿Qué referencias tienen sobre la música latinoamericana?
A: Te puedo hablar sobre una artista que me gusta mucho: Juana Molina. Coincidimos en un festival en Long Beach. Esa tarde estábamos comiendo pizza en el predio, era un día hermoso y la música venía desde lejos. Estábamos sentados con Steve, hablando y preguntándonos que era esa música que por momentos sonaba a Warpaint, me acerco y lo que veo es una mujer con una voz increíble, pero era como si muchas mujeres estuviesen cantando a la vez. Me pareció super cool. Creo que ella es grandiosa y además compré todos sus álbumes. Adoro su live en KCRW. Si realmente querés saber de qué se trata, “Cosoco” es la canción.
¿Qué opinan sobre esta necesidad tan actual y general de volver a los ’80 y ’90, que trasciende la música y que llega a fenómenos masivos y puntuales como lo es el caso de Stranger Things?
A: Lo que me gustaba de los ’90 era ese estilo de música electrónica americana hecha en casa tipo lo-fi, tal vez un poco irónica, ni hablar del estilo visual basado en Windows 95 y el VHS. En cuanto al hecho de regresar y tomar referencias constantes, creo que es nostalgia. Una mezcla nostálgica de los ’80 y el Super 8 de Spielberg, referencias tipo ET y todo eso que amamos durante nuestra niñez. Creo que la gente que hace estos programas, estos directores, estas películas, en todas las culturas y la música también, lo hacen como forma de recordar cuando éramos chicos y como una forma de sentirse seguros.
¿Visitará Ride Argentina?
L: Tan pronto podamos. Será una cuestión de logística la que lo definirá, pero nos gustaría mucho ir. Solo necesitamos que todo encaje bien para hacer un tour por Sudamérica.
A: El mejor momento para ir sería a principios del año que viene, en la primera mitad de 2018.
Hablamos mucho del pasado, ¿que hay sobre el futuro?
A: Siempre pienso en continuar.
L: Sí, espero poder seguir tocando. No quiero pensar en la edad, en los números, solo sé que me gustaría seguir.