Sentado en el restaurant de un hotel boutique en el barrio de Palermo, Paul Hammer –líder absoluto de Savoir Adore, grupo synthpop en ascenso, proveniente de Brooklyn– habló en profundidad con Indie Hoy acerca de las diferentes texturas y pasajes musicales que decoran su último trabajo, el flamante The Love That Remains.
Se trata de la primera vez que el grupo pisa suelo argentino, con la esperanza de gestar un nuevo culto de fanáticos que extiendan una soberanía que ya vienen plasmando en varios territorios sudamericanos. Fue una entrevista bien personal e íntima, en un mediodía de finales de enero previo al show que darían esa noche en Niceto Club, y en la cual Paul Hammer compartió detalles de su vida privada, su nuevo trabajo y el futuro de Savoir Adore en la industria musical.
Se trata de la primera vez que visitan nuestro país. ¿Qué podés decir de la Argentina hasta ahora?
Todo lo que pude ver de Buenos Aires hasta este momento me pareció hermoso. Hacía bastante que queríamos venir, ya que en el pasado habíamos tocado en otras partes de Sudamérica, y esta vez finalmente conseguimos agendar un show acá en Buenos Aires. Es increíble. Ayer nos la pasamos caminando por Palermo y por el centro de la ciudad. También comimos choripán (risas).
Entiendo que tu esposa es brasileña, por lo que me imagino que estás un poco familiarizado con la cultura latinoamericana.
Tal cual, hay algunas similitudes. De a poco me estoy acostumbrando a la energía y la vibra de Sudamérica.
Para todos aquellos que no saben de qué se trata Savoir Adore, por favor contanos un poco sobre la banda.
Savoir Adore empezó como un experimento, una especie de proyecto en broma, el cual fue convirtiéndose en algo pleno y más serio a través del tiempo. Lo describiría como una forma de música pop, con un toque de experimentación. Funciona como un canal a través del cual siempre buscamos desafiarnos a nosotros mismos, con cosas más interesantes y mágicas. Es música experimental, pero al mismo tiempo es música que te hace bailar. Usualmente nos gusta definir nuestra música como indie rock, pero nos gusta bailar, sí (risas).
¿Cuál es el significado del nombre del grupo?
La primera vez que grabamos algo hicimos una canción con la letra en francés, ya que tratábamos de hacer algo más a un estilo “ambient”. Empezamos la banda un largo tiempo atrás con una cantante llamada Deidra, que ya no está más en el grupo, y puesto que habíamos compuesto esta canción que cantábamos en francés, al momento de ponernos un nombre como banda pensamos que tendría sentido si el mismo fuese también en francés. En ese momento nos preguntamos qué considerábamos importante para nosotros, y ambos coincidimos en que “conocer el amor” era lo más importante en la vida. De ahí se nos ocurrió “Savoir Adore”, y de alguna manera quedó. Asimismo, a medida que pasa el tiempo el nombre significa más y más, especialmente con el nuevo disco, que trata justamente de volver a encontrar el amor y de aferrarte a él.
¿Qué le pasó a Deidra? ¿Por qué se fue de la banda?
Fue por dos motivos. Nos la pasábamos de gira, lo cual después de un determinado tiempo puede afectarte al punto de seguir amándolo o no querer hacerlo más. Y para la promoción del disco anterior habíamos hecho un tour muy extenso; recorrimos los Estados Unidos dos veces, estuvimos por Europa e hicimos Sudamérica, y cuando volvimos a casa y comenzamos a componer música nueva ella se plantó y me dijo: “Ya no puedo hacerlo más. No quiero andar más de gira, quiero estar en casa”. Trató de establecerse, ya que ese año también se casó, y encima de todo me había dicho que ya no se estaba conectando con la música tanto como antes. Lo que cada uno quería hacer musicalmente iba en direcciones opuestas, lo cual es una lástima ya que teníamos una muy buena química a nivel musical. Igualmente, si lo pienso me doy cuenta de que al final del día es mucho mejor que se haya ido, puesto que nos la hubiésemos pasado peleando durante todo el año y pico que nos iba a llevar terminar el disco y promocionarlo. Fue así como entonces Deidra dejó la banda y yo me encargué de componer el disco nuevo de forma completa, por mí mismo, al tiempo de incluir varias colaboraciones también. De esta manera fue como la conocí a Lauren, que está cantando con nosotros ahora. Terminamos componiendo juntos las que probablemente sean mis tres canciones favoritas del álbum, “Giants”, “Savages” y “Mountains”. En fin, fue verdaderamente genial este nuevo enfoque.
Hablando de este nuevo álbum, The Love That Remains, ¿nos podrías contar un poco acerca del disco y de cómo fue el proceso de grabación?
Este disco fue diferente de los otros. Me tomó más de la cuenta finalizarlo (risas). Creo que por razones emocionales, aunque también por el hecho de haberse tratado de la primera vez que componía un disco yo solo. Comencé componiendo un montón de música, sólo las pistas. Escribí algo así como 30 o 40 pistas de ideas musicales, para luego de a poco encontrar el sonido y la forma de las canciones. Por otra parte, mi esposa me acababa de enseñar el significado de la palabra “saudade”, que en portugués se podría traducir en algo así como “The Love That Remains”. Y de alguna manera todo encajó, porque la idea del disco es justamente eso; es la evolución de nuestro álbum anterior, Our Nature, el cual finaliza contando la historia de esta relación horrible, de estos dos personajes que se quedan solos. Y yo de alguna manera me vi en la misma posición que uno de los personajes, donde trataba de volver a la realidad y al amor. Además, ya de por sí me sentía bastante mal después de que Deidra dejara la banda, lo cual fue difícil. Y luego conocí a mi esposa, todo durante la misma época. Se convirtió entonces en una transición increíble, ya que la historia fue desarrollándose al mismo tiempo en que encontraba el amor nuevamente. “The Love That Remains” se convirtió así en el título del disco. Después, y una vez que empecé a colaborar con diferentes cantantes, las cosas empezaron a ponerse en su lugar, y básicamente compuse el álbum de esa manera. Concentrándome en la producción y luego colaborando en las melodías y las voces.
¿Estás satisfecho con el resultado?
Lo estoy, sí. Hacia la mitad del proceso estaba bastante nervioso, porque fue difícil pasar de ser una dupla de compositores que siempre tomaban las decisiones juntos, a tener que hacerlo yo mismo. Al comienzo fue realmente complicado, aunque ahora me encanta porque tengo un control total de la situación. Ahora puedo decidir qué es lo que falta, o determinar aquello que no encaja.
Se podría decir que es una especie de proyecto solista entonces.
De alguna manera lo es, aunque lo considero más como algo colectivo, en donde yo soy el que lidera la banda. Por lo menos en este momento. Soy como el que está guiando, pero sigue siendo una colaboración entre todos.
¿En algún momento se te pasó por la cabeza cambiar el nombre del grupo?
Al principio sí. Pero ni bien empecé a terminar las canciones nuevas, e incluso cuando le hice escuchar el álbum a nuestro manager, todos nos dimos cuenta de que sonaba demasiado a Savoir Adore. Mi forma de escribir las canciones siempre fue la misma y me di cuenta de que el sonido no cambiaría en absoluto. Además, tengo una conexión tan fuerte con la idea de lo que representa la banda que, sinceramente, no quiero volver a comenzar desde cero. Me di cuenta de que quería seguir con esto.
Cambiando un poco de tema, ¿cómo se llevan con la industria musical hoy en día?
Bueno, por momentos es lo mejor y por momentos es lo peor (risas). Por un lado, desde cierto punto de vista es mucho más difícil, puesto que hay demasiada música dando vueltas hoy en día. Pero al mismo tiempo, creo que el modelo actual de streaming es buenísimo para las bandas independientes, ya que te da un nivel de exposición que de otra forma nunca obtendrías. Por ejemplo, hoy lanzamos una nueva canción, llamada “Too Late”, la cual ya está en un par de playlists de Spotify bastante grandes. Es una canción muy indie pop. Eso me parece genial, porque diez años atrás, siendo una banda independiente, cuando sacabas una nueva canción las chances de que unas cien personas la escucharan eran muy bajas. Mientras que hoy día, yo sé que cada persona que siga esa playlist va a escuchar nuestra canción, y si les gusta, la van a guardar para seguir escuchándola más tarde. Por eso este modelo me parece ideal para las bandas independientes, ya que esto no era una posibilidad diez años atrás. Antes tenías que imprimir CDs, enviárselos a la gente indicada en MySpace… La industria ahora está basada mucho más en escuchar música, en oposición al negocio. Y eso es algo que me encanta. La parte difícil es, de todas maneras, hacer dinero (risas).
¿Cómo se posicionan ustedes mismos en la industria actual?
Todavía nos consideramos una banda independiente, dado que aún estamos creciendo y seguimos siendo un grupo relativamente nuevo. Pero me encanta el hecho de que tengamos una base de fanáticos aquí y podamos hacer shows en la región.
¿Estás satisfecho con el nivel de éxito que consiguieron hasta ahora? ¿Te gustaría en algún momento convertirte, o esperás convertirte, en un artista más mainstream?
No estoy satisfecho con el nivel de éxito que alcanzamos, todavía no (risas). Siempre dije que mi único objetivo es poder tocar en cualquier parte del mundo para 500 personas. Eso es lo único que me importa. El problema es que existen sólo unos pocos lugares en el mundo donde podemos hacer eso. Quizás Nueva York, o Los Ángeles, quizás en algunas ciudades en Sudamérica donde nos va mejor que en otras. Por ejemplo, si vamos a Londres y hacemos un show ahora mismo, van a venir solamente 40 personas. Eso es todo, de verdad. Lleva tiempo. Y todavía estamos trabajando, trabajando y trabajando. Esa es mi meta. Me encantaría poder tocar shows para poder pagar el alquiler para toda la banda. Me gustaría que este grupo se convirtiera en la carrera de todas las personas involucradas en la banda. Vi muchas bandas crecer a través del tiempo, bandas que ahora son del mainstream, y siento que hay una especie de sacrificio artístico que deben hacer. Existen muy pocos grupos que sean mainstream y al mismo tiempo estén haciendo cosas que desde el lado artístico valgan la pena. Bandas como Stars, Cut Copy, e incluso Phoenix. No me molestaría tener el nivel de popularidad de Phoenix, por ejemplo. Supongo que son mainstream. Preferiría ser una banda que tenga una base de fanáticos y de seguidores muy fuerte, pero que no sea necesariamente algo mainstream.
Entiendo que tu padre es músico también. De hecho, él fue quién compuso la canción principal y el score de Miami Vice, que de alguna manera fue su éxito más grande. ¿Cómo te afectó esto durante tu infancia?
Me afectó de varias formas. Creo que él es la razón por la cual tengo esta especie de objetivo como músico, del cual hablábamos antes. Mi padre tuvo algo de éxito a nivel comercial, pero al mismo tuvo la posibilidad de hacer lo que quería. Nunca tuvo que preocuparse por esta cuestión del mainstream. Para que tengas una idea, él nos crió en una especia de granja al norte de Nueva York, lejos de la gran ciudad. Él es muy resguardado en muchos aspectos, y de alguna manera me sirvió de ejemplo y de guía para el tipo de carrera que yo deseaba tener como músico. Estuvo de gira por veinte años, compuso música para películas, luego se estableció y formó una familia… En fin, tuvo una muy buena carrera, la cual me marcó ciertas pautas a seguir. Y al mismo tiempo, él es la razón por la cual uso tantos sintetizadores en nuestra música. Solía llevarme al estudio y poner el soundtrack de Miami Vice para que tocara la batería sobre las pistas, cuando tenía cinco años. Por eso, ese sonido de los ochenta que tenemos en nuestra música lo absorbí de él.
¿Qué bandas o artistas estás escuchando ahora mismo? ¿Que nos sugerís a los lectores de Indie Hoy?
Me encanta Blood Orange y su último disco, que me parece increíble. También estoy escuchando esa banda llamada Bleachers, no sé si la conocés. Es un grupo indie rock de los Estados Unidos, y el último álbum que lanzaron es buenísimo. Creo que vinieron acá un año y medio atrás. Escucho esas bandas muchísimo. Por otra parte, la banda con la que hicimos nuestra nueva canción, Paperwhite, me encanta. De hecho, así fue como surgió nuestra colaboración, escuchándolos. El último disco de Tame Impala está muy bueno también. En líneas generales, me encantan Phoenix, Cut Copy, Arcade Fire… Me gustan esos grupos, que además funcionan a modo de influencia en nuestra música.
Contanos una historia graciosa, alguna anécdota copada sobre la banda que nunca haya salido a la luz.
Bueno, esto ocurrió en nuestra última gira. No sé cómo los llaman acá en Sudamérica, pero en Estados Unidos tenemos estos insectos que se conocen como “bedbugs” (chinches). Y una noche nos encontrábamos en Oklahoma, en el medio del país, cuando a Lauren la picó uno de estos insectos en una mano. Ella nos decía, “creo que me picó algo”, pero pensó que estaba todo bien. Sin embargo, a la mañana siguiente se despertó con la mano completamente inflamada, al punto de ni siquiera poder mover los dedos. Y puesto que ella toca los teclados… (risas). Tenemos varias fotos increíbles de su mano, eran como un dibujo animado. Afortundamente, pudo mover los dedos lo suficiente para poder hacer el show sin que le doliese la mano ni le afectase a su performance. Pero fue una de las cosas más graciosas que vi, porque durante el show me la pasé mirándola de costado, mientras que ella se reía porque estaba tocando con esta hinchazón y sabía que la estaba observando. Parecía como si estuviese usando guantes gigantes. Pero sí, por suerte logró superar la situación y terminar el show.
Finalmente, y yendo más hacia lo personal, ¿qué tenés para decir acerca de tu nuevo presidente?
Uff, dios mío. Mucho, hay mucho para decir. Lo peor es que recién pasó una semana desde que asumió y ya hizo cosas malas, por más que ya sabíamos que iba a ser así. Mirá, para serte honesto, es muy alarmante, y muy vergonzoso para nosotros. Todos los integrantes de la banda vivimos en Nueva York, que como sabés es una parte de la sociedad norteamericana con una mentalidad muy progresiva, y que además representa un sector realmente importante de la cultura de los Estados Unidos. Hay dos miembros del grupo que son gay, y que están verdaderamente preocupados por su futuro, por cómo serán tratados en el país de ahora en más, así como por temas sensibles como el matrimonio e igualdad de derechos. Esta semana fue la marcha en DC, y si bien yo no pude ir porque estaba viajando,el resto de la banda sí acudió y pudieron comprobar la magnitud del rechazo frente a nuestro nuevo presidente. No sé, es una situación que da bastante miedo, porque es algo que está ocurriendo en varias partes del mundo. Comenzó en Europa, con la salida de los británicos de la Unión Europea, luego con los franceses… Todos estos movimientos basados en el nacionalismo, que se están enfocando hacia adentro en vez de hacia afuera, y los cuales me parecen una señal muy alarmante. Y lo peor de todo es que las decisiones que él tome en los Estados Unidos afectan al mundo entero. Acuerdos de comercio, temas relacionados con el medio ambiente y el cambio climático, derechos de la mujer… todo. Y el mayor miedo es que una generación entera pueda verse afectada por esto. En lo que a nosotros respecta, estamos siendo lo más activistas posibles. En nuestro último show juntamos dinero para varias de estas organizaciones. Con suerte, podremos pelear hasta bloquear lo más que podamos, para dentro de tres años poder elegir un nuevo presidente.
Si bien la música de Savoir Adore no contiene necesariamente un mensaje político, ¿creés que la situación actual va a influir en tu trabajo?
Creo que sí. Pero también pienso que nos va a mantener concentrados en aquellas cosas que sean esperanzadoras y optimistas, y que giren sobre la idea del amor y la amplitud. Ese es el tipo de mensaje que muchos de nuestros temas ya tienen. Creo que “Giants” se trata de eso, de abrirse uno mismo y de no tener miedo de ser optimista. Creo que el mensaje de amplitud y amor ya es de alguna manera anti-Trump. No sé, quizás nos vea metiéndonos un poco más en ese rol y creando personajes basados en él (risas).