Los Stone Giant que vamos a ver en el festival BUE en diciembre tienen poco que ver con la banda que visitaba nuestro país, por primera vez, hace poco más de un año. Sí, son los mismos cuatro músicos de cuatro países distintos -uno, el líder Sebastián Fernández, argentino- y uno de los pocos bastiones a través del que el hard rock más clásico aún pulula nuevas canciones. Aún defienden el rock de guitarras (de instrumentos, bah) por sobre la música hecha con botones y aún se inspiran principalmente de los sonidos de otras décadas. Pero se nota desde el principio que las experiencias de este último tiempo le dieron a los Giant una multiplicidad de nuevos puntos de vista. Ya no solo son ansias por conquistar; ahora ya conquistaron, y tienen con qué seguir dando batalla. Como dice Sebas en esta nota exclusiva con Indie Hoy: “esto recién empieza”.
¿Cómo suena el nuevo material? ¿Qué hay de nuevo respecto al primer disco?
Con el nuevo disco recién estamos en una etapa de composición. Justamente estamos en ese proceso, metiéndonos a grabar, y todo viene con un poco más de poder en el sentido de canciones más rápidas, tempos más rápidos. Si pensás en el primer disco es un poco pesado, con tempos para abajo, muy cerca del stoner. Vamos a seguir con nuestra esencia hard rock, pero le vamos a dar una visión más manija, como decimos los argentinos. En el sentido de que van a ser canciones para saltar, para el pogo. Ahora tenemos otra mentalidad, pensá que el primer disco lo grabamos en 2014 y venimos tocando hace mucho. Ya tenemos otra madurez hacia las canciones. Más allá de cómo va a sonar, también vamos a estar muy concentrados en la composición, la canción, ser inteligentes en no meter cosas de más. Hoy estamos en una industria vocal, todo pasa por ahí, por las melodías, así como en los ‘70 todo pasaba por las guitarras. Igualmente, justamente eso es algo que traemos de esa década. Digamos que vamos a pensar todo más hacia la canción, el songwriting, y no tanto en los riffs y los solos.
¿Cómo fue creciendo la banda y la relación entre ustedes en estos años, y luego de vivir experiencias más fuertes?
Crecimos mucho desde el momento en que arrancamos hasta hoy en día. Seguimos siendo las mismas personas, pero con otra madurez, otras cosas encima. Esto recién empieza, todavía no tuvimos ni la mitad de las experiencias que queremos y vamos a tener. Recién tenemos un disco, estuvimos de gira, pero queremos mucho más. Todo fue como una montaña rusa. Cuando te exponen a estas experiencias y logros grandes, que uno quizás no se imaginaba que lleguen tan rápido, cosas así… hay de todo, es como una familia, o cualquier relación. Crecimos mucho como amigos, hemos tenido peleas, y todo sirve. El otro día tocábamos en Nueva York y se sintió muy bien en el escenario. Había una energía que decía “listo, ya hicimos todas estas cosas juntos, nos quisimos, nos peleamos, pasó de todo… estamos listos para dejar todo”. En el escenario te motivás, teniendo en cuenta todo lo que pasó y todo lo que se viene. Las experiencias hacen crecer a la banda y a la relación también. Aprendés a convivir y a entenderte más.
Hacen un estilo musical que no tiene mucho que ver con lo que abunda hoy en festivales y listas de éxitos. ¿Cómo responde el público?
Coincido con eso pero hasta cierto punto. Sí, muchos festivales ponen mucho pop y demás, pero en mi visión el rock, el folk y el blues siguen dominando, más allá de que no sea a través de bandas de rock pesado como la nuestra, sino de una manera distinta. Tenés festivales con Jack White, The Black Keys, Alabama Shakes, Guns N’ Roses como headliners. AC/DC y Roger Waters siguen llenando estadios. El rock está mucho en los festivales. Igual, entiendo y coincido con lo que decís: casi nunca hay muchas bandas de rock en los festivales. Quizás, no quiero decir que es una ventaja, pero nos está jugando bien. Caer a un festival y que no haya mucho de nuestro estilo puede hacer que la gente se encariñe con la banda, con un sonido clásico, con vernos tocar crudo, de verdad. No nos importó irnos para este estilo sabiendo que hoy era algo escaso; eso también a la gente le genera cierta energía, esa honestidad. Eso es lo que más nos hace salir para adelante. Y en los festivales funciona bastante.
Si bien la base está en el hard rock más clásico, ¿cuáles creen que son los elementos modernos que tiene la banda?
Ya el hecho de que esté Joao en la banda cambia todo. Sino seríamos un trío a guitarras y sin todos los espacios que le da el, modernizando todo. Agarramos un sonido de rock pesado y clásico, pero con nuestra manera de componer se creó algo más moderno. No diría que suena a un disco de los ‘70, ni en como está grabado ni nada. Tratamos de que sean riffs rockeros y melodías buenas, que puedan estar en algo más moderno. Si escuchás “The Cave”, es algo más de ahora. El nuevo disco lo estamos encarando queriendo algo así, y seguir evolucionando.
¿Qué música nueva están escuchando hoy en día?
Como siempre digo, soy muy terco con la música nueva. Por más que me muestren de todo, siempre sigo escuchando Hendrix, Clapton, los Stones, Stevie Ray Vaughan… después, todo lo que hace Jack White me interesa. Hace poco me estuve metiendo mucho en Royal Blood, que es este duo que la rompe toda. Me gusta Rival Sons, Gary Clark Jr., Alabama Shakes. A los chicos les gusta mucho Queens of Stone Age; todo lo que hace Dave Grohl, los Eagles of Death Metal… hay uno acá que se llama Chris Stapleton que es medio country, más acústico, y también la rompe. Trato de meterme en bandas nuevas, pero siempre en mi tiempo libre voy a estar escuchando blues y cosas así, que es lo que más llena.
Y entonces, ¿seguís investigando y descubriendo cosas nuevas en cuanto a rock clásico, música de otras décadas?
Sí, en los últimos tiempos estuve descubriendo la de Joe Walsh, que es un violero increíble, que terminó en los Eagles. Sí, hay bandas que siempre vas a descubrir. Hay una banda que tocó en Woodstock que se llama Canned Heat. Hay una entrevista que le hacen a Zeppelin en la que Robert Plant dice “antes de todo el rock que nosotros vinimos haciendo hubo una banda llamada Canned Heat que es la que hacía todo”. Siempre hay una banda de los ‘70 que te va a volar la cabeza.
¿Qué recuerdos se llevaron de Argentina y qué esperan de su regreso para el BUE?
La verdad que todos los recuerdos de Argentina son de los más lindos que tenemos como banda. Que para mí sea mi casa y a la vez sea uno de los lugares donde más nos reconocen es hermoso. Estamos en julio, y sé que en diciembre voy a estar tocando en el BUE, y eso me motiva. No me lo tomo a la ligera. Yo realmente lo siento. Estoy en el gimnasio escuchando música y mi cabeza está motivada porque voy a estar en un escenario en un festival en diciembre. Salgo a tocar en un show y proyecto todo lo que se me viene. Argentina es una de las grandes razones de esta motivación, de por qué esta banda se siente así. El año pasado Argentina nos dio todo, nos llevó al Lollapalooza, hicimos Niceto, la prensa nos tiró la mejor onda, conocimos a mucha gente; todos nos tiraron mucho amor y respeto. Que en el mismo año nos hayan invitado al Personal Fest y haber hecho Vorterix de esa manera, como la hicimos… y ahora volvemos para el BUE, conducido por alguien tan respetado y con mucha experiencia, como es Grinbank.
¿Qué diferencias hay entre cómo se recibe a la banda en Estados Unidos y en Latinoamérica?
Eso es una pregunta importante que tiene que ver con nuestra realidad de hoy. En un continente entramos en festivales grandes y en el otro aún tocamos en venues normales. Obviamente hemos tenido oportunidades grandes en Estados Unidos también, como lo de Jimmy Page, lo de Lynyrd Skynyrd, tocar en festivales en parques de Boston ante mucha gente. Hemos tocado por todas partes en toda la Costa Este; ahora estamos creciendo en la movida de Nueva York. Pero no es lo mismo. En Argentina y Latinoamérica somos una banda que toca en esos festivales, pero en Estados Unidos todavía no nos tocó tocar en un Coachella. Estoy seguro que nos va a pasar, porque trabajamos para eso. Si yo no confío en mí y en nosotros y en que podemos llegar a ese momento, ¿para qué lo estamos haciendo? Hay que seguir trabajando fuerte, sin esquivar atajos, para hacernos de abajo como todos. Y Latinoamérica, por suerte, no es que los hayamos esquivado, pero el hecho de que nos estén reconociendo así te ponen instantáneamente en un margen de atención que hoy está más allá que acá. Tenemos que hacer que eso rebote en todas partes.
¿Qué planes tienen para el futuro cercano?
Seguir evolucionando como grupo y como banda. Vamos a grabar un nuevo single este mes, preparándonos para mostrarlo posiblemente con un video, y como te decía estamos escribiendo el segundo disco. Que se viene fuerte y quiero que sea un disco impactante. Estamos también planeando la gira por Sudamérica en diciembre, tocando en Nueva York todos los meses y el año que viene, después de grabar el disco, saldremos por Estados Unidos a hacer una gira completa, hacer una campaña de prensa, y demás. Al fin del día es muy divertido poder hacer todos los días lo que a uno le gusta. Y si podemos hacerlo full time y viajar por el mundo, increíble. Si está antes se larga antes, pero creo que lo inteligente es laburar todo el año y arrancar el 2018 con un nuevo disco. Igualmente, vamos a caer al BUE con ya más de una canción grabada. Va a haber de todo en Argentina.