Rodrigo Jorquera es uno de tantos jóvenes que llegaron hace algunos años a la Ciudad de Buenos Aires con intención de estudiar y vivir en la metrópolis. En ese proceso de cursar su carrera también terminó metido de lleno en el mundo de la música y hace poco publicó su sexto álbum bajo el nombre de Trostrigo, titulado Portal. Su estilo sonoro se ha nutrido fuertemente de raíces folk y punk; reflexión y rebeldía casi en igual medida, no obstante en sus nuevas canciones parece haberse tornado más a lo electrónico. Pues bien, tuvimos la oportunidad de conversar con él acerca de la evolución creativa que ha vivido estos meses con su reciente disco, de sus opiniones acerca de la vanguardia del pop experimental, su experiencia con giras transandinas y sus planes a futuro.
¿Cuál fue el punto de partida para crear Portal, tu más reciente álbum? ¿Te motivó alguna idea u objetivo particular?
Lo empecé porque no quedé del todo contento con el disco anterior. Como que todos los defectos que yo encontraba en ese álbum traté de no cometerlos con este nuevo trabajo.
¿Un ejemplo de alguno de esos detalles que te causaban disconformidad?
La voz muy alta porque yo sé que hablo un poco como un niñito y entonces en este bajé el tono de las guitarras, bajé el tono de las voces. Por otra parte, el disco anterior lo trabajé de manera solista y lo hice en dos semanas, este fue todo lo contrario: se hizo en un año, con músicos profesionales… armé una banda para grabarlo y presentarlo. Cada integrante aportó y seguimos tocando juntos hasta ahora.
Comprendo, justo la siguiente pregunta era acerca de eso. ¿Qué aspectos pensás que lograste evolucionar con esta última producción? Más allá de que ya la guitarra no resulta tan protagónica en tu sonido como en tu discografía anterior…
Creo que principalmente eso que mencioné: el formato banda, y por eso no es un disco folky; a pesar de que el sencillo que estamos promocionando ahora (“Seres de Cristal”) es la canción más folky del álbum… Pero, este fue un trabajo que se grabó pensando más a largo plazo. Yo venía sacando un disco por año. En seis años, seis discos; entonces ahora como que apunto a que sea un material que pueda mostrar por más tiempo.
Claro, y en Portal también cobra importancia el tema espiritual en las letras de algunos temas (como en la del homónimo y en “Seres de Cristal”), así que te quería consultar acerca de esa relación entre tus creencias y tu creación musical. ¿Te parece importante transmitir esos mensajes en tus canciones?
Sí, de hecho, creo que en todos mis álbumes he tratado de usar un lenguaje así, como luminoso. Me di cuenta desde el primer disco que sacamos que se llama Celebra. Al respecto, leí una reseña de una página amiga que decía que mi música era “música luminosa” y yo no había caído en cuenta de eso. Entonces, ahí empecé a hacerme cargo de mi mensaje. Sigo creyendo que el arte puede aportar a cambiar al mundo y siento que mi tarea es mostrar otra realidad.
Hablando de las etiquetas que se han usado para describir tu trabajo, también vi que hace poco en un portal chileno catalogaron Portal como pop de autor. ¿Qué tan cómodo te sientes con esa definición?
Me acuerdo que hubo una discusión importante acerca de la portada del disco, porque le dije al diseñador “quiero que me hagas arte de tapa para este álbum que trabajamos en formato banda”, y me entrega luego esta imagen que me tiene a mí solo en la portada, y le expliqué que quería mostrar lo contrario. Entonces me contestó “si busco Trostrigo en Google, sales tú, este es tu trabajo, en el que te acompañamos algunos a veces, pero es tuyo el personaje”. Desde ahí me di cuenta de que me tenía que hacer cargo de eso también.
Y eso de ser alguien con personalidad bien marcada o con una visión muy particular de las cosas tiene que ver con eso del “pop de autor”, ¿no te parece?
Claro. No me había dado cuenta de que tenía una personalidad fuerte, pero en el proceso he ido entendiendo cosas. Comencé hace unos años como cantautor acústico, tal vez por el tema de los recursos, y ahora que conozco más gente y tengo más redes, puedo hacer una banda y entonces hay menos límites para hacer todo lo que quiero.
¿Qué más puedes contarnos acerca del arte de tapa de este disco? Parece ser, como mencionabas, una suerte de retrato con tintes cósmicos. ¿Qué representa para ti? ¿Quién lo diseñó?
Lo creó Nicolás Manjón, quien es un gran ilustrador que también ha trabajado haciendo videojuegos, desarrollo visual y siempre dibuja en los recitales desde hace años. Incluso hemos ido a varias ciudades con él dibujando. Hay un detalle muy bonito al respecto y es que la campera que tengo en la portada (verde a cuadros), esa campera se la regalé yo a él. Entonces siento que incluyó elementos que reflejan la amistad, luego el portal (que está en la cara) representa lo espiritual y también está el color rosa alrededor: En la edad media el color rosa era usado por los caballeros, era un color masculino y hoy en día se asocia a lo femenino, entonces está bueno usar ese tono que ha significado cosas tan diferentes a través de la historia.
Has tenido unos meses bastante movidos desde el lanzamiento de Portal a mediados del año pasado y brindaste shows en ciudades de Chile y Argentina. ¿Qué te han dejado aquellas visitas e interacciones con público de ambos países?
En primer lugar, fue importante el haber tocado en ciudades que no conocía, nos fuimos con la banda completa y fue hermoso. Demuestra que hay que tener las ganas, nada más. Fuimos como banda independiente, gestionamos todas las tocadas con el apoyo de Tres Árboles Prod. y llegamos hasta el sur de Chile. Es genial ver que se puede sustentar esto, que va gente a ver y canta las canciones.
¿O sea que el aprendizaje principal fue acerca de atreverse a la autogestión?
Exacto, a tirarse el piletazo, a seguir confiando en ese camino.
Y teniendo en cuenta que como músico te gusta cruzar géneros y buscar innovación constante, ¿quiénes son tus artistas ícono actualmente? Es decir, aquellos que admires por su vanguardismo y originalidad.
Me encanta Animal Collective porque no respetan nada (Risas). Y no es que ellos digan “vamos a hacer algo desestructurado, simplemente así les fluye. También Dan Deacon, que vive en Baltimore, es como el Mozart de la música electrónica de estos días, al menos para mí. Es muy desfachatado… Me inspira la gente sin miedo, principalmente. Boom Boom Kid, que es un tipo que tampoco sigue estructuras y no dice “en este momento en el planeta está pasando esto y voy a hacer esto porque la industria dice eso”. Esos tres artistas rompen esquemas y me gustan mucho.
Saliendo un poco de lo musical, ¿qué detalle de la vida en tu ciudad natal (Rancagua) te gustaría compartirnos? Algo poco usual o que aún recuerdes mucho.
Un detalle genial es que se puede planificar ir a la playa o a la cordillera en dos horas, sin invertir recursos importantes, o sea, solo falta animarse, son baratos los viajes. Se pueden ver muchos paisajes que contrastan: el campo, la ciudad, el mar, la montaña, muchas impresiones de diferentes lugares en poco tiempo, y eso creo que influye también en el carácter de las personas. Y otra cosa es que a nosotros nos han molestado los santiaguinos por ser campesinos, pero yo creo que no debería verse como molestia sino como una virtud, tenemos una formación de vida más sana.
¿Y algo que te gustaría que te preguntaran y nunca lo han hecho (y su respuesta)?
Me gustaría que me preguntaran de qué cuadro soy y respondería “Uy, me carga que me pregunten eso” (Risas).
¿Entonces no vas a responder de qué cuadro eres?
No, porque no soy de ninguno (Risas).
Bueno, eso igual es una respuesta también ¿Y qué planes tienes para los próximos meses?
Justamente lo que te comentaba de fortalecer la banda es un objetivo, difundir el sencillo “Seres de cristal” y su videoclip, es otro. Ahora también voy a estar enfocado en participar en la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires, en la que fui uno de los seleccionados de este año. También daré algunos shows acá en la ciudad, en el Ciclo Radar en el C.C. Recoleta el 5 de julio, entre otros más.