Vaya Futuro no desconoce la adversidad. La ha vuelto su mejor amiga para inspirar su creatividad y así hacer reflexionar al oyente. El peso del mundo, su próximo disco, es un relato audiovisual de la cotidianidad, un reflejo artístico que conservaremos en el ataúd de recuerdos de este año tan particular.
Durante el mes pasado, la banda mexicana adelantó la salida del disco con tres singles, “Talión”, “El abuelo” y “((O))”, canciones que tratan el despojo, el aprendizaje del sufrimiento y la manera en que la sociedad se apropia de los recursos de la tierra. Esta manera urgente de reflejar su tiempo también había aparecido en su disco anterior, Tips para ir de viaje (2017), en el que la banda enfrentaba las adversidades catastróficas de ese entonces como el terremoto de Puebla de 2017.
Hoy estrenan un cuarto adelanto en exclusiva a través de Indie Hoy. La canción elegida es la que lleva el nombre del disco, “El peso del mundo”. Antes del lanzamiento del álbum el 4 de septiembre, hablamos con Luis Aguilar y Miguel Ahague sobre este nuevo trabajo discográfico y el contexto que lo inspiró.
¿Cómo surgió su último single, “El peso del mundo”?
Luis: Fue la primera canción que hice para este disco nuevo, creo que ya tiene dos o tres años de su composición. La letra relata un terremoto onírico, como si el mundo estuviera acabándose. Me imaginé árboles gigantes violentamente rompiendo el pavimento y todo a su paso. De un momento a otro, se apoderan del mundo y es casi mágico. Aparece después una luz encandiladora y empiezas a caer. Mientras caes solo ves oscuridad y te sientes adormecido. Es una canción con un sentimiento confuso. No es triste, definitivamente tampoco es feliz. Se asemeja más a un sueño y a la sensación de cuando te despiertas y piensas “qué raro soñé”. Lo que tengo seguro es que trata acerca de una falta de control, no puedes evitar lo que estás viviendo, es más grande que tú.
https://soundcloud.com/user-12834215/vaya-futuro-el-peso-del-mundo-1/s-xpnD7ZOayd1
¿Cómo tomaron la decisión de sacar el disco en este año tan particular?
L: Pues sabíamos que era riesgoso pero es una apuesta. Le propusimos al sello Devil in the Woods posponer el lanzamiento pero al final no queríamos esperar más, llevábamos tres años sin sacar material. Sentíamos que era necesario, el disco estaba listo y hubo mucho tiempo detrás de producción. Es un disco bastante oscuro entonces no desentona tanto con el humor del año.
Miguel: Además, cuando lanzamos Tips para ir de viaje acababa de pasar un mes desde el temblor del 2017. Así que ya tuvimos una experiencia muy parecida respecto a sacar un disco en tiempos difíciles.
L: Yo creo que ya no hay que sacar discos porque creamos catástrofes naturales…
¿Creen que logran predecir el futuro cada vez que sacan un nuevo disco?
L: No vamos a decir que predecimos el futuro así no más. Pero la verdad es que hay demasiada información hace mucho sobre esto. Hay películas de sci fi y documentales al respecto de estos temas que nos gusta ver. Hace dos años vi uno que se llama Terra, un documental francés que habla sobre la relación del humano con la naturaleza, los recursos, sobre cómo estamos acabando con ellos. Menciona también que el día cero del agua ya está contado en ciertas ciudades. Eso es lo que nos interesa hablar con nuestra música.
M: Sí, ahora que mencionas esto del día cero incluso nosotros ya lo vivimos aquí en Ciudad de México donde se nos corta el agua para abastecer o darle servicio a las tuberías. Si un día sin agua duele imagínate el resto de la vida…
L: Con la pandemia es bien sabido que es un virus que salta de una especie a otra especialmente en lugares donde los tienen guardados de manera no-sanitaria, en jaulas donde una especie se amontona una encima de la otra. Quisimos cuestionar la manera de consumo pero más que consumo la de producción, preguntarnos qué estamos haciendo nosotros como especie.
¿Cómo surgió el video de su último single, “El abuelo”?
L: Nuestro gran amigo Sergio Valdez de Tijuana hizo ese gran video. Al principio teníamos una idea distinta pero terminó siendo esto con material que ya teníamos grabado y la entrevista a su abuelo que quedó al principio y al final. Nuestro video inicial iba a ser un video en el que aparece al hijo de Sergio como un monstruo entre ramas, alineado con la letra, un poco más juguetón, pero esto último nos terminó gustando más. Me recordó bastante a los documentales estos que mencionaba con todas estas imágenes contrastantes.
Frente a los tiempos que se vienen, ¿hay un guiño hacia el rol de la mujer en el video de “Talión”?
L: En “Talión” encontramos una forma particular de representar a la mujer, no sabemos si fue de forma consciente o inconsciente pero el director fue quien se encargó de la narrativa del video. Considerando ya lo que es la letra y la narrativa la canción, creo que lo que hay ahí es otra historia. El joven llega con este cortejo y lo veo como dos personas conociéndose. En ella veo dolor y algunas referencias religiosas. Lo que termina diciendo es que el muchacho así como entra, se va por donde vino. Es como un retrato de una persona que no puede dejar entrar a alguien por completo por cosas que lo dañaron en el pasado. Nos parece muy flojo y muy lazy esto de conseguir una mujer bonita y simplemente seguirla, tiene que haber algo más interesante.
¿Qué hay de “((O))” en el medio del disco ?
L: Es una representación del medio del disco como ombligo. Es otra razón por la que nos gustó nombrarlo como un símbolo porque te genera intriga de saber cómo se llama esta canción. Se ve increíble en el tracklisting, también lo puedes llamar “O”.
Además de la pandemia, ¿se cruzaron con algún imprevisto que haya formado parte del proceso creativo durante la producción del disco?
L: Yo creo que siempre habrá algo que a la hora de grabar no funciona al 100% y este disco no fue la excepción. Creo que este es el disco con el que más hemos planeado, teníamos la mayoría de todas las canciones hechas de una manera más precaria y básica. Tenía algunas cosas ya fijas, íbamos a trabajar con cuerdas reales y sonidos que casi todo se compuso con las guitarras en dos afinaciones alternativas y una con afinación estándar. Más bien lo que hicimos esta vez es que las programé y las corrimos por modulares para agarrar un sonido distinto, estábamos un poco viciados con el sonido de las guitarras. Por ejemplo, el track siete es una canción de transición, de interludio, y el track original era muy distinto. Queríamos que la canción fuera una transición pero la idea original tenía batería y había un momento que explotaba con guitarra que simplemente no nos inspiró a la hora de grabarlo. Terminé más bien agarrando un sampler y me acuerdo que yo lo quería grabar libre pero luego decidimos grabarlo con un tempo por si se nos ocurría usarlo más adelante y fue lo que terminó pasando. Miguel jugó con la batería unos diez minutos con un loop, volteamos la tarola al revés y terminamos más como marcha de soldado. Grabar las cuerdas al final también fue de lo más desafiante porque teníamos el tiempo limitado de los músicos de cuerdas, para ellos el tiempo es oro y siempre tienen otro ensayo quién sabe dónde y son personas ocupadas. La mezcla fue realmente de lo más difícil pero creo que cuando llegué a la hora de mezclar necesité un approach más fresco.
Con respecto al distanciamiento social, ¿encontraron nuevas formas de distribuir o presentar su material?
M: Decidimos no hacer lives por que creemos no le haría justicia a todo el esfuerzo que le metimos al disco, tiene mucha producción como para dar una versión medio diluida de lo que estábamos haciendo. Tomamos esa decisión también porque sentíamos que ya había demasiados lives y uno más de nosotros no iba a resaltar tanto, hay demasiadas cosas pasando y a veces hay que saber hacerse un ladito y dejar que las cosas fluyan.
L: Claro que reforzar con videos ayuda y también aprovechar que de pronto esto del distanciamiento social incite a los oyentes a aprovechar el tiempo para oír el disco entero que es una experiencia que a mí personalmente pues me sigue gustando.
El peso del mundo estará disponible en plataformas de streaming el 4 de septiembre.