Aunque a veces un acto mental involuntario nos lleve a asociar el año 2010 al pasado reciente (el último par de años), lo cierto es que ya somos parte de la segunda mitad, la previa al ocaso, de aquella década. Seis años es mucho tiempo. Es lo que le lleva a un infante empezar su camino por las instituciones educativas. Docenas de torneos de fútbol, un mandato presidencial y medio. También es lo que llevó a Jack Tatum presentar su inocente, intrincada, melancólica y apabullante conjunción de sonidos, consolidarla y enaltecerla. Con motivo de anticipar Life of Pause, el tercer LP de Wild Nothing, aquel que plantea un auge en la carrera del introspectivo Jack en un momento de madurez que lo encuentra cumpliendo viejas fantasías, pude satisfacer uno de mis propios anhelos y conversar con él sobre sus exquisitas creaciones musicales.
Estuve escuchando Life of Pause con un inmenso entusiasmo. Realmente creo que es un disco hermoso. Felicitaciones por él.
¡Muchas gracias!
Me interesa saber ¿qué lo inspiró?
Creo que yo cambié, no considerablemente, pero cambié desde que salió el último disco (Nocturne, 2012). Quería que este disco refleje mi decisión de tomarme mi tiempo con él, de esperar lo suficiente hasta tener algo que valiera la pena ser compartido. No quería apurar algo sólo por tener nueva música. Son muchas cosas, tanto en mi vida como en mi música las que intersectan en este disco. Hay muchos artistas y discos que estuve escuchando en estos últimos cuatro años que de alguna manera dejaron su impronta en el disco. Hay muchas referencias, a la música soul, a artistas que se destacaron en crear pop como David Bowie o Roxy Music, y todavía existe esa marcada sonoridad de mis primeros discos, esa mezcla de shoegaze o dreampop de la que parece que no puedo escapar.
Existe definitivamente un sonido muy “tuyo”, más allá de que entiendo que no te gusta ser encasillado unidimensionalmente. Sin embargo siento que con esta nueva producción te reinventaste, empujaste los límites de la sonoridad de Wild Nothing. Según como lo pienso, cada disco refleja un momento específico de vos como persona y especialmente como músico, entonces ¿qué sentís que refleja esta nueva producción en este específico momento de tu vida? ¿Cómo te encuentra, como persona, músico y compositor?
Siento que mientras hacíamos el disco definitivamente me sentía mucho más seguro como compositor. Eso no es algo que haya pasado de la noche a la mañana. Creo que este disco tiene algo que se siente más honesto, menos forzado. No estoy diciendo que mis discos anteriores hayan sido forzados, creo que cada disco que hice, Gemini, Nocturne, en su tiempo fueron muy relevantes para mi vida en muchos sentidos. Este disco se siente como la versión más actual de mí, lo más “adulto” que he hecho. Va mucho más allá de la obvia razón de crecer, envejecer, tiene que ver con que esta vez estaba mucho menos preocupado por lo que “debería estar haciendo” y solo hice lo que sentí que quería hacer. Tiempo atrás me preocupaba, no sólo por lo que mis padres pensarían de mi disco sino también por lo que mis pares pensarían de él, y con el tiempo tuve que aprender a dejar todo eso, y contentarme con escribir para mí, para mi propio bien, y de escribir sobre las cosas de las que yo tengo ganas de plasmar dentro de mi música.
Concuerdo completamente con la idea de la madurez del disco. Creo que se ve plasmada no sólo en la sonoridad y las elecciones estilísticas sino también en la sobriedad del arte que lo acompaña. Me pregunto: ¿Qué sería exactamente Life of Pause? ¿Existe algún concepto detrás del título que hilvane al disco como un todo?
Es complicado, siento que nunca tengo concretamente un concepto definido de antemano, solo escribo, y más delante de alguna manera siempre parece haber cosas que terminan conectándose. En realidad uno no puede verlo hasta que el trabajo está completo. Este disco, particularmente, tiene muchas canciones muy diferentes, no sólo musicalmente sino también líricamente, hay canciones muy personales, y hay otras que son más observacionales, de alguna manera creo que intento conectar mis propias experiencias con cuestiones más poéticas, impresiones, o pensamientos (cosas no tan concretas). Creo que hay un concepto muy simple que podría usar para encasillar este período de mi vida y, sin dudas, sería una referencia a ser paciente, cauteloso, y a aprender a equilibrar en la vida las cosas que te importan, que te hacen bien. Eso es algo que siento que aprendí durante la gira de Nocturne, tuve que equilibrar diferentes aspectos de mi vida, y este nuevo disco nació de eso.
Ya que te tengo hablando de giras… ¿Qué tal la gira sudamericana del año pasado? Confieso que vi tu show del Primavera Fauna (Chile) y el de Club Aráoz (Buenos Aires) y quedé absolutamente extasiada con ambas presentaciones.
¡Wow! ¡Gracias! Fue muy divertido, todo el tour. Era la primera vez que visitábamos América del Sur, esos shows fueron primeros en muchos sentidos.
Debe ser muy divertido viajar con tus compañeros de sello…
Es muy lindo. Es lindo estar tan lejos de casa y estar con gente que te hace sentir como si todavía estuvieras ahí. El show con DIIV en Buenos Aires fue muy especial, fue algo que nunca viví en otro lugar. Sería muy raro tener un show así en Estados Unidos, no creo que alguna vez me pase. Nunca imaginé que iba a vivir algo así en América del Sur, fue muy especial.
¡Uff! Definitivamente. Había muchísima excitación, muchísima energía, gente saltando del escenario, pogueando… Si fue impactante para uno como audiencia no me imagino cómo debes haberlo vivido vos desde arriba.
Fue increíble. No esperábamos nada de eso, de hecho no teníamos idea qué esperar. Creo que es relativamente difícil para una banda como nosotros, de Estados Unidos, venir a América del Sur por varias razones: porque es caro, tenés que esperar una buena oportunidad. No sabíamos cómo iban a ser nuestros fans latinoamericanos, pero hoy puedo decir con seguridad que es uno de los mejores públicos que jamás tuvimos. La energía de la gente, su alegría y calidez, y lo emocionados que estaban por el show… no creo que hayamos tenido una experiencia así antes.
Como parte de esa audiencia, viendo lo entusiasmados que se ven cuando la gente canta sus canciones (o incluso corea interludios musicales) me hace preguntar si ustedes quizás no tienen una idea exacta de cuánto pueden llegarle a gente que vive en extremos opuestos del planeta, cuánta gente los sigue y ama lo que hacen.
Realmente fue una experiencia muy gratificante. Creo que uno no espera… de hecho creo que ni en mis más utópicos sueños hubiera imaginado que mi música encuentre ese tipo de alcance. Todavía sigo asombrándome por eso contantemente.
Haciendo retrospectiva hasta alcanzar tu presente con Life of Pause, ¿cómo caracterizarías brevemente (muy brevemente, sólo un par de palabras) a tus LPs?
Creo que a Gemini lo describiría como “inocente” y… probablemente “confundido”, es así como hice ese disco (risas). Era muy joven cuando lo hice…
… y es tan lindo…
¡Siii! con Nocturne creo que utilizaría “suave” y “colorido” (más risas)… soy el peor en esto. Para este disco voy a utilizar “abierto” y “paciente”.
¿Planes para el futuro?
Shows, entrevistas, y muchos planes para la primavera y el verano, por ahora más que nada en América del Norte. Tengo muchas ganas de ir al sur de Asia, también Australia y Nueva Zelanda… y obviamente muero de ganas de volver a América del Sur también.
Me parece una excelente adhesión a la lista… ya terminando, ¿cómo anticipas la recepción del disco?
Estoy optimista. Me siento muy orgulloso del disco, creo que en muchos sentidos es lo mejor que hice, las mejores canciones que escribí. Siempre va a haber gente que se conecte más que otra, eso es así. Además este es un disco que quizás no se devela por completo en una primera escucha, así que espero que la gente le tenga paciencia (pero obviamente no puedo decirle a la gente qué hacer).
La página de Captured Tracks expresa que quisiste crear un “nuevo mundo” con este disco, ¿crees que lo lograste?
Creo que sí. Creo que podés adentrarte en el disco y sentir que viene de un lugar centralizado. Siento que gastamos mucho tiempo y energía intentando sentir las cosas completas, encontrándoles un sentido de pertenencia, y en ese sentido creo que este disco es un mundo en sí mismo.