Charlamos con la embajadora de Beefeater en Argentina, la inglesa Sophie Lawrence, para conocer todo sobre la historia y el presente de la marca.
“Mi rol se focaliza en educación de la marca: aunque estamos viendo un ‘gin boom’, ¡todavía hay mucho por dar a conocer en todo el país! Tengo la gran oportunidad de viajar por Argentina haciendo catas, capacitaciones con bartenders y cocktails en bares”, cuenta Sophie.
El verdadero espíritu de Londres
La historia del gin, y de Beefeater en particular, está íntimamente vinculada con Londres. Conocida como “la más premiada del mundo”, la marca nació y sigue fabricándose en el centro de Londres. El “Spirit of London” se basa en esta historia compartida, pero también representa al futuro y las nuevas generaciones.
La historia de Beefeater se remonta al siglo XIX. En 1863, el farmacéutico James Burrough se unió a la familia Taylor para crear la destilería original y le puso el nombre de los icónicos guardias de la Torre de Londres, los beefeaters.
¿Qué representa, hoy en día, ese espíritu londinense? En palabras de Sophie, “se trata de gente creativa, urbana y joven adaptándose – ¡y triunfando! – en un momento en el que vivir en una ciudad grande es más caro y difícil que nunca. Londres y Buenos Aires son buenos ejemplos de lugares que siempre se renuevan en respuesta a los desafíos de la vida urbana”.
¿Cómo se hace un verdadero London Dry Gin?
Un London Dry Gin no necesariamente tiene que estar fabricado en Londres: para poder llevar este nombre, los requisitos son que no tenga sabores o colores añadidos después del proceso de destilación, sólo agua o alcohol.
Pero, ¿qué es lo que hace al gin? Lo más importante es la predominancia del sabor del enebro, entre otros botánicos destilados. En el caso de Beefeater se trata de los nueve botánicos que, junto al proceso de maceración de 24 horas, le dan su sabor clásico. Estos botánicos se ponen en alambiques de cobre con alcohol y agua puros, donde permanecen un día entero. Se mezclan manualmente cada dos o tres horas y luego se destilan. Beefeater tiene la particularidad de ser un gin intenso y robusto. Se podría hacer más cantidad de gin con una destilación más rápida, pero en esas 24 horas se logra el sabor original y clásico: es la receta que mantienen desde siempre y de la que están orgullosos. El proceso de destilación también se hace manualmente y está a cargo de apenas cuatro empleados que deciden, sin ayuda de computadoras u otras tecnologías, cuándo está listo el gin. “La destilería en sí es chica para una marca global, algo que siempre me sorprendió, tiene una onda muy familiar”, cuenta Sophie, que tuvo la oportunidad de visitarla varias veces.
Hoy en día y desde 1995, el responsable de mantener la calidad histórica de Beefeater es Desmond Payne, el maestro destilador. Posiblemente sea el más experimentado del mundo: lleva 50 años en esta especialidad. Él es el creador de las recetas de Beefeater 24 y Beefeater Pink. Estas dos versiones basadas en el Beefeater Dry original aportan un espíritu moderno y representan a una nueva generación de consumidores.
Las 3 variedades comienzan de la misma manera, con los 9 botánicos: enebro, cáscara de limón, cáscara de naranja, semilla de coriandro de Bulgaria, almendras, raíz de regaliz (o anís), raíz de angélica, semilla de angélica y raíz de oris.
En el caso de Beefeater 24, se suman té verde chino, té sencha japonés y cáscara de pomelo para lograr su sabor más fluido y suave, pero complejo e interesante. Es ideal para hacer Martini, o un Gin Tonic con pomelo y romero.
Para Beefeater Pink, que nació en 2017, Desmond Payne decidió hacer un gin saborizado a su manera, con ingredientes de calidad y todos los sabores de un gin clásico, complejo y con buen cuerpo, pero equilibrado a la vez. La idea era lograr una opción más liviana, para la gente que no suele tomar gin y para una nueva generación de consumidores al mismo tiempo que para los amantes del Beefeater clásico. La forma recomendada de prepararlo es con tónica, frutilla y menta.
¿Cómo se toma el gin en la actualidad?
“En Londres, la gran mayoría elige un Gin Tonic (con pepino, pomelo, romero, un poco de todo), pero los ingleses están experimentando un poco más con los spritz caseros. En los bares se suelen pedir los tragos clásicos con un “twist”, como Negronis y Martinis. La coctelería de los años 1920 está por todos lados. Aunque los ingleses también tenemos debilidad por los tragos dulces con jugos y almíbares ricos, como el Bramble”, cuenta Sophie.
De su experiencia en Argentina, Sophie describe una etapa de “gin boom”, no sólo respecto al consumo sino también a la producción de gines nacionales. Los argentinos eligen al Gin Tonic en lugar del clásico Fernet con cola cada vez más, tanto en asados en casa como en salidas a bares, y cada vez conocen más sobre cómo se toma el gin. “Los argentinos suelen pedir un Gin Tonic más clásico, con limón y pepino, pero por lo general prefieren tragos más dulces, con frutas frescas y azúcar, como un Gin Smash. Todavía queda mucho por hacer: ¡estoy emocionada por ver a dónde va el gin en los años que vienen!”, dice Sophie.
Para el resto del año, la marca tiene planeada la Ruta del Gin: un recorrido por los mejores bares y boliches de todo el país, llevando el Beefeater Tonic perfecto a todo el mundo a un precio exclusivo, con premios y sorpresas en un ambiente bien londinense.