Corona volvió a encontrarse con su público en Lollapalooza donde se montó el Corona Garden: el stand de 4.000 metros cuadrados, más grande del predio, con tres espacios para disfrutar de la caída del sol y la mejor música en vivo en el Lollapalooza.
Con cinco escenarios y un line up encabezado por Metallica y The Strokes, Lollapalooza fue la fusión perfecta entre las megabandas internacionales y los sonidos locales para generar un clima sostenido de fiesta sobre el pasto. Desde el mediodía hasta pasada la medianoche, entre el viernes y el sábado reunió a más de 200 mil personas.
En ese marco, Corona se reencontró con el público que conquistó en los sunsets de Punta del Este. Con un sol gigante que oficiaba como portal de ingreso, la construcción a base de pallets y madera reciclada tuvo una capacidad para 6 mil personas.
“Tenemos más de 6 mil metros cuadrados. Eso Incluye el VIP de Lollapalooza: una inmensa terraza donde los invitados pueden disfrutar de una vista privilegiada hacia los escenarios principales”, dijo a Clarín Nicolás Decia, brandmanager de la marca.
El espacio de relax -de 4.000 metros cuadrados y abierto al público- se ambientó como una playa: con arena a los costados, atrapasueños tejidos, tablas de surf, camastros y reposeras para los Lollapazeros que buscaron un oasis tras los kilómetros caminados entre la propuesta gastronómica del Lollapalooza Food Town y Food Cities y los 54 shows de la grilla de dos días.
Corona invitó a 200 personas a Lollapalooza a través de un juego en Facebook en el que había que adivinar qué tema de las bandas del line up ?estaban tocando los influencers de la marca. También hubo más sorteos, como un meet & greet con Glass Animals, el viernes. Y el sábado hubo 10 ganadores del Corona backstage pass para recorrer los camarines y ver el festival desde los ojos de los músicos.
Bajo el concepto This Is Living, que incentiva a salir y disfrutar al aire libre, a la tarde las chicas se alinearon para hacerse tatuajes temporales -reinó el dorado propio de la cerveza- y trenzas decoradas con plumas de colores. También hubo arte en vivo, con murales hiper coloridos hechos sobre tablas de surf. Allí, se pudo vivir una auténtica experiencia sobre reciclaje y cuidado del medioambiente, una continuación del mensaje que la marca promovió durante el verano: en todos sus eventos, Corona cuidó y limpió las playas para dejarlos en mejores condiciones.
Dentro del Corona Garden hubo artistas de serigrafía, tatuadores, pintura de murales en vivo, espacio para hacerse trencitas en el pelo, artistas e influencers de la marca que tocaron con instrumentos reciclados. También instalaciones y actividades relacionadas con el reciclaje, como una máquina que aprovecha la basura de las playas para convertirla en plástico que se vuelve a utilizar.
Pero el Corona Garden también tuvo su escenario. El viernes, a las 18:00, la influencer Sofía Von Wernich dio la bienvenida al atardecer con covers en castellano. Ya con el clima instalado y un público sentado sobre lonas playeras para escucharla, Titi Stier suavizó la noche con su voz y temas en inglés.
A las 20:30, con las pilas ya recargadas, muchos fueron hacia el main stage 2, para vivir lo mejor del indie pop londinense de la mano de The xx. Pero otros prefirieron seguir disfrutando de las actividades hasta el show más esperado: Metallica, que se vivió como un verdadero lujo desde la terraza VIP de Corona.
En el último día de Lollapalooza, el músico Manu Pozzi tocó en el escenario del Corona Garden con uno de los instrumentos reciclados. Minutos después, de lejos, se escuchaban los primeros hits de The Weeknd. A las 22, con el sol de Corona aún radiante, The Strokes cerró un megafestival muy intenso que tuvo su espacio perfecto para recargar energía.