En la música de Lucía González confluyen ambientes disímiles y cambiantes. Esto incluye el uso de tres distintas lenguas para las canciones como el francés, el español y el inglés, un recurso al que no muchas bandas de Latinoamérica acuden a la hora de componer. Pero también se sienten y se mueven muchas emociones en el dream pop de González, quien presenta canciones tradicionales en formato pop pero con elementos propios del universo de la psicodelia, que encajan a la perfección. Un ejemplo directo es “Espiral”, segunda canción de su disco Solar. Pero que González tenga un halo de dream pop en su estilo no significa que las canciones sean monótonas, ni que en su repertorio falten temas movidos, como en “Dragones” que, con muchas capas de sonido, comunica un saco de sensaciones optimistas. En una entrevista con Indie Hoy, la artista montevideana nos cuenta sobre la actualidad, su trabajo como artista, y los proyectos a venir.
Definiste tu música como una mezcla de diversos géneros. ¿A qué viene esta mezcla y heterogeneidad?
Sí, se puede decir que mi música es bastante heterogénea. Creo que tiene que ver con el hecho de que siempre escuché y me gustaron distintos géneros musicales, y eso se refleja a la hora de componer. De niña, por ejemplo, estudié y toqué el violín varios años, mi padre era trompetista de la Orquesta Nacional del Sodre y mis hermanos también son músicos, en mi casa se escuchaba mucha música clásica y jazz. Creo que no podría hacer todo un disco con el mismo estilo, no me sale naturalmente, y tampoco me gusta mucho encasillar: “es esto” o “es lo otro”. Creo que uno tiene que ser fiel a lo que le gusta y a lo que siente a la hora de hacer canciones.
¿Cuánto influye la escena musical y cultural actual de Montevideo en tu creación artística?
De unos años para acá la escena musical de Montevideo ha crecido mucho, y no solo es que hay más bandas, hay un abanico de propuestas más variadas. Por suerte ahora, aparte de las bandas de rock clásicas, hay lugar para la psicodelia, el indie, el hip hop, la electrónica. Se hacen más festivales y hay mucha más movida. Pero es cierto que faltan lugares para tocar, no hay muchos lugares para un formato medio, hay lugares para toques enormes o toques muy chiquitos. Uno trata siempre de tocar y armar sus movidas, a mí me pasa que como no que tengo un género definido, a veces me cuesta entrar en los festivales, ¡nos falta un festival indie!
Contanos acerca de tu último disco, Solar. ¿Cómo fue grabado, y cómo fue el proceso?
Solar fue un disco que grabamos con Gabriel Casacuberta en nuestra casa, tenemos un estudio donde trabajamos y hacemos música. Para mí es una ventaja enorme poder grabar a cualquier hora y organizar nuestro tiempo, creo que eso también le da cierta calidez al disco y la posibilidad de relajarse y experimentar mucho, porque nadie te corre, tenés todo el tiempo del mundo. Para nosotros es un proceso siempre muy experimental, tenemos un cuarto lleno de instrumentos y vamos probando cosas. Todo el proceso de hacer el disco es de las cosas que más me gustan. Cuando lo terminamos lo mandamos a masterizar con Tom Baker. Gabriel lo conocía porque masterizó varios discos de Bajofondo y quería trabajar con él y la verdad nos quedamos copados con el resultado.
Estás fichada por Bizarro, una de las disqueras más grandes y reconocidas del mercado musical uruguayo. ¿Influye eso a la hora de desempeñarte como una artista independiente? ¿Cómo funciona esa lógica y cómo se manifiesta en tu carrera artística?
El hecho de sacar los discos con Bizarro que es una disquera muy importante, te da cierta tranquilidad y ciertas garantías, sobre todo a la hora de sacar el disco. Ellos son muy buenos con la parte de difusión y tienen el sistema muy bien aceitado. Pero yo igualmente me siento una artista super indie y me gestiono todo lo que son toques y movidas con la banda.
¿Cómo te resultó el pasaje de componer canciones vos sola, a luego tenerlas que plasmar en formato banda?
Solar ya de pique fue un disco mucho más participativo que el primero, que lo compusimos, tocamos y grabamos absolutamente todo con Gabriel. Hicimos canciones con amigos músicos que grabaron en algunos temas, violas y baterías, por ejemplo. Igualmente hay un proceso de ver cómo se llevan al vivo los temas del álbum, ahí se crean versiones un poco distintas, pero eso es lo bueno, la transformación que experimentan para convertirse en temas de una banda de seis personas, donde todos opinan y proponen cosas. Por suerte, aparte de ser una banda, somos amigos y así todo es más fácil y más divertido.
¿Estás trabajando para sacar un disco nuevo?
Sí, empezamos a grabar el próximo disco, como siempre, en casa. Supongo que será también una mezcla de estilos, mi objetivo es que sea todo o casi todo en español. Quizás suena raro, pero es más difícil para mí hacer que suenen bien las letras, pero cuando lo logro también es más grande la satisfacción [risas]. Supongo que tendrá 9 o 10 canciones, que para mí hoy en día es el formato ideal. Quiero que cuente también con la participación de algunos colegas, que siempre es enriquecedor, no puedo adelantar mucho de cómo será, porque primero hay que experimentar y probar de todo un poco.