Al parecer estuvimos engañados por más de un siglo con respeto de El Grito (Skrik), pintura expresionista del noruego Edvard Munch. La obra en cuestión data de 1893 y durante todo el siglo XIX fue una de las creaciones más valoradas del arte a nivel mundial.
A nivel general, tanto críticos como espectadores hemos asumido durante todo este tiempo que en el cuadro se muestra a un sujeto gritando con todas sus fuerzas; lo que siempre ha sido motivo de discusión y especulación es el motivo por el cual lo hace. ¿Grita por un dolor físico o existencial? ¿Acaba de presenciar algo terrible?
Según reporta el diario The Telegraph, en dicha pintura no se muestra a nadie gritar. En un diálogo con ese medio británico, esto dijo Giulia Bartrum, comisaria de “Edvard Munch: amor y angustia”, una exposición dedicada al artista:
“Esta rara versión de ‘El grito’ que estamos exhibiendo en el Museo Británico deja claro que la obra de arte más famosa de Munch representa a una persona que escucha un grito y no, como muchas personas continúan suponiendo y debatiendo, a una persona que grita”.
Otra autoridad en el tema que habló sobre este asunto es Stein Olav Hernichsen, director del Museo Munch en Oslo. Él apoyó la declaración de Bartrum al advertir:
“Hay muchos comentarios sobre esta obra, pero tenemos las propias palabras de Munch y esta es una persona que se cubre los oídos mientras escucha los gritos de la naturaleza”.
En todo caso, hace unos meses también informamos sobre otro hallazgo respecto de esta famosa pintura. En tal ocasión, se encontró el fenómeno meteorológico que explica el cielo multicolor representado por Much en el cuadro.