Entre George Harrison, Deep Purple y muchos, pero muchos sahumerios, la banda de Crispian Mills se diferenció de sus contemporáneos a base de riff, influencias hindú y mantras psicodélicos. Kula Shaker sacudió, o al menos lo intentó, el avispero del brit pop con su primer disco en 1996. Cuando todo era Oasis, Blur, The Verve y Pulp, Kula Shaker intentaba ponerle al clásico y efectivo estribillo popero inglés el costado fumón y lisérgico.
Para contar brevemente el nacimiento de esta banda, y tener algo de data extra, podemos decir que Crispian Mills y Bevan se conocieron en el college, y en 1988 decidieron armar su primera banda bajo el nombre de Objects of Desire. Hasta ese momento los dos trabajaban juntos en un boliche que se llamaba The Mantra Shack. Este primer intento de banda duró poco, y después de unos años, para ser precisos en el ’93, a Crispian Mills se le dio por desarmar el grupo y pegarse un viaje espiritual a la India. Despareció un tiempo y cuando lo creyó necesario se tomó el primer vuelo de vuelta a Londres para llamar a su ex compañero de aventuras y formar otra banda llamada The Kays. Kula Shaker se hacía esperar.
Fueron dos años tocando con The Keys, engrasando la maquinaría que inconscientemente iba a terminar bajo el nombre de Kula Shaker. Finalmente, vaya a saber qué pasó, pero a Bevan y Mills se les da por agarrar un sitar y un hammond y versionar “Hush” de Deep Purple y tirar a la cancha la potente y cargada “Hey Dude“. Y entre Sanscrito y porros y psicodelia, Kula Shaker estaba en la palestra y con un sonido y estilo distinto al que estaba reinando. Ambos temas fueron un éxito. El viento estaba a favor de Kula Shaker y la mística india les traía suerte, salieron ganadores, junto a Placebo, del concurso In the City. Todo esto les trajo su primer contrato discográfico serio con Columbia Records. Después de esta subida, los chicos quisieron agarrar el viento a favor y largaron Peasants, Pigs & Astronauts, pero lamentablemente no fue muy bien recibido por la crítica y no pudieron colar ningún hit, aunque el disco tenía dos soberbios temas como “Mystical Machine Gun” y “Shower Your Love“.
Después de tanto ruido, éxitos y algún que otro derrape y disco flojo, lo importante para nosotros es que Kula Saker dejó un disco que hoy es la perla inglesa de los ’90: el memorable K. “Hey Dude” es el primer tema y despunta con un wha wha al estilo Hendrix perforando cualquier oído para después dar paso a la mística y amalgama rockera de “Temple Of Everlasting Light“. Todo esto sin olvidarnos de la inspirada “Tattva“. El disco es la perfecta unión entre la psicodelia y el pop. Crispian Mill logró con K algo difícil: Que la psicodelia se escuche en la radio y compita con estribillos hiteros.
La mala noticia en toda esta historia es que Kula Shaker se separa en el ’99 y nos deja con mucha sed. Como paliativo, Crispian Mills arma The Jeevas. Banda que no estuvo nada mal, pero quedó en el libro de anécdotas, nada más.
Sin mucho éxito con este último proyecto, en el 2007 vuelve Kula shaker a la carga con Strangefolk. Se nota que los muchachos quisieron arrimar el bochin al tan inspirado K, pero lamentablemente los planetas no estaba tan bien alineados como en aquella época y sale un disco discreto y de esos que quedan ahí juntando un poco de polvo. Quizá a Mills no se le volvió, ni se le vuelva, a encender la mecha como en esos dorados ’90, pero lo cierto es que K sigue ahí para cualquiera que guste de la psicodelia de los Grateful Dead, del wah wah rabiso de Hendrix y hasta para todos los que disfrutaban del gran hammond de Purple.
Kula Shaker – K
1996 – Columbia
01. Hey Dude
02. Knight on the Town
03. Temple of Everlasting Light
04. Govinda
05. Smart Dogs
06. Magic Theatre
07. Into the Deep
08. Sleeping Jiva
09. Tattva
10. Grateful When You’re Dead / Jerry Was There
11. 303
12. Start All Over
13. Hollow Man (Parts 1 & 2)