Chevrolet fue parte del Lollapalooza Argentina por quinto año consecutivo, y su espacio volvió a consagrarse como uno de los lugares clave para divertirse y descansar entre bandas.
En una pausa durante las intensas jornadas bajo el sol, en el stand de Chevrolet donde se exhibieron dos modelos de Onix se podía recargar celulares y acceder a una red de WiFi. También había varias propuestas para pasar el rato y llevarse un souvenir: el “Onix Body Marbling” que ya se realizó el año pasado se repitió con mucho éxito. Esta tendencia mundial en festivales transforma la piel en un arte colorido. En esta edición, la tinta era fluorescente y brillaba en la oscuridad. Después podían sumarle adhesivos y sacarse una foto en una habitación oscura. Fue uno de los hits entre asistentes de todas las edades.
Al lado, en el espacio “Onix Gravity Room” muchos chicos hicieron cola para desafiar las leyes de gravedad y sacarse fotos con amigos, a las que después ponían filtros y stickers. Mientras esperaban, muchos aprovecharon para sacarse fotos con celebrities e influencers que pasaban a visitar el stand.
A tono con la tecnología de Onix, se podía intervenir los autos que se transmitían en la pantalla principal del stand. A través de una app o con la ayuda de promotoras se podía generar una pieza de animación que combinaba recursos 2D y 3D, llevando al Chevrolet Onix de viaje por distintos paisajes surrealistas que combinaban elementos de música, arte y conectividad.
Onix es la estrella de Chevrolet para Lollapalooza porque es compatible con Android Auto y Apple Car Play, además de que cuenta con alta conectividad que incluye el sistema My Link y la tecnología OnStar, posicionándolo como el auto más conectado del segmento.