Benjamin Von Wong es un conocido fotógrafo que se destaca por crear escenarios únicos para sus producciones. Él es capaz de llegar a lugares donde otros no llegan, y no lo hace precisamente con la ayuda de Photoshop. El artista canadiense emplea locaciones únicas y plantea soluciones imaginativas a los problemas técnicos para obtener imágenes épicas, cargadas de magia y de realismo. Es por esta razón que Stay True, la campaña del whisky escocés Ballantine’s que busca a grandes talentos al rededor del mundo, lo convocó.
Benjamin y un equipo de 35 personas se fueron a sumergir en las aguas de Cenote Angelita -17 kilómetros al sur de Tulum, Mexico- para buscar la fotografía ideal. El lugar es relativamente difícil de llegar, ya que hay que caminar al menos cinco minutos por la selva para llegar a él. El cenote se encuentra a 60 metros de profundidad, con unos 30 de perfecta visibilidad; a partir de ahí solo se puede usar luz artificial. Donde se junta el agua dulce con la salada, las haloclinas, hay una capa de sulfato de hidrógeno que se ve como una nube, desde arriba, y como una capa de extraños colores, desde debajo.
En este difícil contexto, Von Wong y su equipo se propusieron sumergir una balsa de madera, un pájaro embalsamado y una persona a unos cuantos metros de profundidad. El resultado: una foto increíble, casi imposible.
Sobre el concepto del proyecto, Benjamin dice:
“Para mí, el proceso y los inmensos retos de la creación de imágenes que hacen que la gente se pregunte “¿cómo?” y “¿por qué?”, esto casi tan importante como la propia imagen – Quiero que la gente se inspire y a la vez se pregunte qué es lo que están viendo…”
Post patrocinado por Ballantine’s, todas las opiniones son nuestras.