Por décadas, el power metal fue el primo luminoso y melodramático del heavy metal más tradicional: rápido, épico, excesivo, pero, sobre todo, honesto. Cuando muchos subgéneros del metal optaron por la oscuridad, la estridencia o la introspección, el power metal abrazó la grandeza. Su dominio es la fantasía heroica, los solos de guitarra épicos, estribillos que se cantan con el puño en el aire y una teatralidad que linda con la ópera rock.
Surgido a mediados de los 80 con raíces en Judas Priest y Rainbow, pero sobre todo tras la revolución que supuso Helloween con sus Keeper of the Seven Keys, el power metal encontró en Europa su terreno más fértil. Alemania, Finlandia e Italia se convirtieron en semilleros de bandas que combinaban la velocidad del speed metal con melodías sustanciosas, arreglos sinfónicos y letras que hablaban de dragones, profecías antiguas y redenciones imposibles.
A lo largo de los años, el género mutó de formas interesantes: lo mezclaron con sinfonismo extremo (como Nightwish), llevaron el virtuosismo al absurdo técnico (DragonForce) y unos cuantos lo usaron para revivir leyendas autóctonas o mitologías olvidadas (como Rhapsody o Sabaton). Aunque nunca tuvo un éxito comercial masivo, es verdad que logró construir una comunidad global de fanáticos.
A continuación, tres bandas esenciales para entender y amar el power metal.
Helloween
Padrinos absolutos del género. Con Keeper of the Seven Keys Part I & II redefinieron el sonido: riffs avasallantes, armonías delicadas, estribillos inolvidables y letras que se volvieron una marca registrada de su identidad.
Blind Guardian
Blind Guardian llevó el power metal a un nivel literario y casi cinematográfico, inspirándose en el universo Tolkien, mitologías y sagas de fantasía para construir discos conceptuales de una épica increíble y grandilocuente.
Stratovarius
Los reinventores del género. Con una discografía marcada por el virtuosismo y la introspección, Stratovarius convirtió al power metal en una experiencia pseudo espiritual. La influencia de los finlandeses marcó a toda la escena europea.
Bonus track: El power metal en la Argentina
El power metal también forjó su comunidad en la Argentina, donde floreció una escena vibrante. Bandas como Rata Blanca, aunque más asociadas al heavy clásico, introdujeron un sonido cercano al power con himnos como “La leyenda del hada y el mago” o “Guerrero del arco iris”.
Más cercanas al género puro, proyectos nacionales como Imperio, Jeriko, Renacer y Helker enarbolaron la bandera del power metal con riffs picantes, letras sobre resistencia y un nivel instrumental que nada tiene que envidiar a Europa.