La pasión por la música y la admiración por las bandas pueden llevar a los fanáticos a conductas extremas que a veces sobrepasan los límites del respeto y la cordura. Aunque el entusiasmo y el apoyo son fundamentales para cualquier artista o grupo, hay momentos en los que los seguidores crean situaciones incómodas o incluso peligrosas. A continuación te mostramos 5 ejemplos de fans que sobrepasaron todos los límites en un concierto.
Phil Anselmo
Pantera siempre fue una banda conocida por su ira y su energía en sus shows en vivo. Parte de esa potencia se debe a su vocalista y líder, Phil Anselmo, quien al ver que una persona del público lo abucheaba, no tuvo ningún tipo de problema en subirlo al escenario y “reprenderlo” en vivo. El show aparentemente tuvo lugar en Nueva Orleans, ya que el cantante le dijo a la persona que esa era su casa.
Morrissey
El polémico y romántico exvocalista de The Smiths es querido y odiado en partes iguales. Sin embargo, cuando toca en vivo, la fascinación de sus fanáticos suele materializarse de forma un poco “física”. Es normal que en los shows de Moz el público se suba al escenario. El problema es que no lo hacen para cantar una canción junto al artista, sino que la mayoría de las veces lo hacen para tocarlo o incluso sacarle alguna prenda.
Trent Reznor
Trent Reznor, la cabeza de Nine Inch Nails, puede parecer una persona tranquila y apacible, pero cuando se enoja no hay vuelta atrás. Un claro ejemplo es el show que la banda dio en Konstanz (Alemania) en el año 2007, donde Reznor se enfureció y abandonó el escenario después de que un fanático interrumpiera su interpretación de “Hurt”.
Dave Grohl
Dave Grohl es el tipo más bueno del rock and roll. Salvo raras excepciones, siempre tiene una sonrisa en su rostro. Sin embargo, ha demostrado que puede enojarse e incluso echar a alguien de la audiencia si hace falta, como ocurrió la vez que los Foo Fighters se presentaron para dar un show en el iTunes Festival y un grupo de personas comenzó a pelearse.
Green Day
Un público enojado y una lluvia torrencial que convierta todo el predio en un barrial nunca es una buena combinación y Green Day lo vivió en carne propia cuando se presentó en Woodstock 1994. Si bien la presentación del trío californiano comenzó normal, conforme fue avanzando, el público empezó a arrojar barro al escenario. Para el final de la presentación, tanto la banda como el escenario completo quedaron completamente embarrados y no pudieron seguir tocando.