Bob Dylan fue una figura clave en la carrera de The Beatles, ya que luego de conocerlo comenzaron a transformar sus composiciones, pasando desde el rock and roll clásico y algo ingenuo hacia el desarrollo de la lírica y la canción al servicio de la narración. Por su parte, el estadounidense también se vería influenciado por los Fab Four, a quienes comparó con otra banda británica que estaba en las antípodas.
Hablamos de The Clash, grupo que surgió a mediados de los 70 en plena efervescencia del punk y se sumó a una ola de protestas sociales a través de sus canciones. La desobediencia frente al orden y la denuncia de una sociedad corrompida eran aspectos que ya no eran cubiertos por la banda más popular del Reino Unido.
En este sentido, Dylan marcó una interesante diferenciación en su libro The Philosophy of Modern Song: “The Clash no tienen más que desdén hacia la Beatlemanía. ‘I Wanna Hold Your Hand’, todas las canciones para Little Missy y sus compañeros del colegio, la manía de los 16 años, ya no tienen lugar en el Londres real. En el Londres real la guerra ha sido declarada. El mundo de las drogas, de los bienes raíces frente al mar, The Clash se burla del tonto en la colina“.
De todos modos, esta contraposición no tenía que ver necesariamente con el desdén de The Clash hacia The Beatles, sino que representaban propuesta culturales antagónicas. Así lo explicó el guitarrista Mick Jones en diálogo con Wall Street Journal: “Éramos fanáticos de The Beatles, The Who y The Kinks, pero queríamos rehacer todo eso… Nuestro mensaje era más urgente, esas cosas se estaban cayendo a pedazos”.