A lo largo de su carrera, Bob Dylan fue reconocido como uno de los músicos más influyentes en la historia de la música. Su capacidad para reinventarse y transformar la canción popular lo convirtió en un artista eterno. Sin embargo, mantiene la humildad y reconoce que hay otro cantautor a quien describió como el verdadero faro de la música norteamericana: Johnny Cash.
Desde sus inicios, Dylan se inspiró en grandes pioneros como Little Richard y Woody Guthrie, pero encontró en Cash a una figura única, con la que compartía un espíritu inquebrantable de independencia artística. Cash, que comenzó su carrera en la música gospel antes de adentrarse en el country y el rockabilly, poseía una voz inconfundible y una presencia escénica arrolladora. Su estilo, definido por su vestimenta negra y su actitud intimidante, lo convirtió en un ícono universal.
El respeto mutuo entre ambos artistas no tardó en materializarse en un vínculo más cercano. En los primeros años de la carrera de Dylan, la revista Sing Out! lo criticó duramente, pero Cash salió en su defensa con una carta abierta. “Esa carta significó el mundo para mí. Todavía conservo la revista”, reveló Dylan años después.

La Estrella del Norte
En 1969, los caminos de ambos músicos se cruzaron en el estudio, cuando grabaron juntos “Girl from the North Country”, una versión conmovedora de una de las canciones más icónicas de Dylan, que se convirtió en la apertura del álbum Nashville Skyline. La colaboración entre ambos artistas reflejaba la profunda admiración que se tenían y la conexión artística que compartían.
Cuando Cash falleció en 2003, Dylan le dedicó un sentido obituario en la revista Rolling Stone, en el que expresó la magnitud de su legado y trayectoria. “En términos simples, Johnny fue y es la Estrella del Norte; podías guiar tu barco por él, el más grande de los grandes, entonces y ahora”, declaró en aquel entonces.

Cash, la esencia de Estados Unidos
Más allá de la música, Dylan también destacó el papel de Cash como una figura esencial en la identidad de Estados Unidos. “Él es la esencia de esta tierra y de este país, el corazón y el alma de todo, y lo expresó en un inglés claro y directo”, señaló.
Finalmente, Dylan sintetizó su admiración con una frase contundente: “Podemos recordarlo, pero no definirlo más de lo que podemos definir una fuente de verdad, luz y belleza. Se eleva por encima de todos y nunca morirá ni será olvidado, ni siquiera por quienes aún no han nacido. Especialmente por ellos. Y eso es para siempre”.