Todas las bandas tienen esa canción bisagra, la que las disparó al estrellato. En algunos casos, esa canción surge en los primeros años del grupo, pero puede suceder que la fama tarde en llegar y que el éxito arribe mucho después.
En el caso de The Beatles, la canción que inclinó la balanza fue una composición temprana, más precisamente de 1958, pero que vio la luz cuatro años después, en 1962. Ese track, su single debut, los convenció de que estaban en el camino correcto.
Cuando Paul McCartney tenía apenas 16 años comenzó a esbozar lo que más tarde se conocería como “Love Me Do“. “Paul escribió la estructura principal cuando tenía 16, o incluso más temprano. Creo que yo colaboré con una parte”, reveló John Lennon, co-autor del tema.

“‘Love Me Do’ fue escrita en su totalidad en colaboración. Puede que fuera mi idea original, pero algunas eran realmente a medias, y creo que esa lo era. Eran solo Lennon y McCartney sentados juntos sin que ninguno de los dos tuviéramos una idea particularmente original” contó Paul sobre el proceso detrás del hit.
El bajista supo de inmediato que ese tema los llevaría lejos: “En Hamburgo, conectamos. En The Cavern, conectamos. Pero si quieres saber cuándo supimos que habíamos llegado, fue al entrar en las listas de éxitos con ‘Love Me Do’. Esa fue la clave. Nos dio un nuevo camino“.