El 6 de agosto de 1973 pudo ser el último día de Stevie Wonder, pues resultó gravemente herido en un importante accidente automovilístico mientras estaba de gira en Carolina del Norte. El hecho lo dejó en coma durante cuatro eternos días, pero pudo salir adelante gracias a la música y más específicamente a una canción que había lanzado poco antes del accidente: “Higher Ground”.
El primer single de Innervisions fue utilizado por su amigo y director de gira, Ira Tucker, para ayudar a Wonder en su estado de coma, tal y como lo recordó en la biografía del artista. “Recuerdo cuando llegué al hospital en Winston-Salem… Ni siquiera podía reconocerlo”, contó. “Su cabeza estaba hinchada unas cinco veces su tamaño normal. Nadie podía comunicarse con él”.
Una canción que tuvo efectos casi milagrosos
Acto seguido, continuó: “Sabía que le gustaba escuchar música muy fuerte y pensé que tal vez si le gritaba en el oído podría llegar a él. El médico me dijo que lo intentara, que no podría hacerle daño. La primera vez no obtuve ninguna respuesta. Al día siguiente volví y me puse directamente en su oído y canté ‘Higher Ground’”. Tras escuchar el tema, Wonder comenzó a mover sus dedos “al ritmo de la canción”.
Por su parte, Stevie reconoció que su experiencia modificó su relación con el track. “En mi caso, escribí ‘Higher Ground’ antes del accidente. Pero algo debe haberme estado diciendo que podía suceder algo para hacerme consciente de muchas cosas y recomponerme”, señaló. “Esta es como mi segunda oportunidad de vida y de valorar el hecho de que estoy vivo”, sentenció.