Detrás de todo guitarrista hay una identidad propia. Aunque en los primeros años John Lennon se las arreglaba bastante bien con las partes rítmicas en The Beatles, sabía que podía explorar en su técnica, imitando a grandes músicos de la época y sacando sus canciones. Sin embargo, había un tema que encontraba particularmente difícil de tocar en la guitarra: “Blue Suede Shoes”.
Aunque durante mucho tiempo se puso en duda el trabajo de Lennon con las seis cuerdas, reduciéndolo a simplemente escribir canciones y rasguear acordes, la realidad es que su obra muestra una disciplina rítmica sutil. Aun así, no tenía la facilidad ni la virtud de George Harrison.
Si bien los Fab Four ensayaron “Blue Suede Shoes” durante una sesión, nunca llegaron a grabarla. De hecho, Lennon admitió que jamás logró sacar del todo la canción:
“Me tomó unos dos años, de vez en cuando, poder rasguear canciones sin pensar. Creo que tomé una clase, pero era tan parecido a la escuela que lo dejé. Aprendí principalmente recogiendo pedazos aquí y allá… aprendí los solos de ‘Johnny B Goode’ y ‘Carol’, pero no pude tocar el de ‘Blue Suede Shoes’”.
“Blue Suede Shoes” es uno de los clásicos más famosos de rock and roll, compuesto por Carl Perkins en 1955. Como era común en la época, el tema fue interpretado por varios artistas, incluyendo a Elvis Presley, quien popularizó la canción en 1956 con una versión inolvidable.