Thom Yorke es uno de los músicos más renovadores que tuvo el rock en las últimas décadas. Junto a Radiohead, el británico irrumpió en el panorama de los 90 con un sonido novedoso y una propuesta estética osada que terminó influenciando a centenares de bandas y logró deslumbrar a sus predecesores. Asimismo, Yorke también tuvo fuertes influencias que le ayudaron a construir su estilo único y lograr un norte en cada uno de sus discos.
La canción pop ideal
En 1993, en plena gira de presentación del disco Pablo Honey, el cantante conversó con la publicación de culto Ray Gun Magazine y habló de su concepción del pop. Cuando le preguntaron si su música podría enmarcarse dentro de este género, el compositor respondió que sí y agregó:
“Mi definición de pop es golpear los dedos contra algo. Mi canción de pop ideal dice algo que la gente quiere escuchar en la letra y que les rompe la cabeza musicalmente, y una canción que tenga cierta profundidad que vaya más allá de ser una melodía feliz que silbas en el trabajo”.
Así, Yorke diferenció lo que puede ser un divertido éxito comercial de una canción popular que cautive al gran público sin dejar de tener contenido. Es por esto que nombró como la canción definitiva de pop a “Under Pressure” de David Bowie y Queen.
La misma fue definida como: “Algo que te hace caer de rodillas. Para mí es la canción pop perfecta“. Bowie y Freddie Mercury se encuentran en el canon musical como dos de las figuras que más transformaron el pop y corrieron este género de la idea de lo superficial y lo simple, aportando complejidad y conceptualidad a sus obras.