Las influencias musicales de los cantantes pueden ser variadas, incluso cuando estas no puedan ser percibidas en su estilo. Thom Yorke es uno de los cantantes más peculiares del rock contemporáneo, con una voz que se acerca al lamento y agudos casi susurrados que otorgan melancolía a sus canciones y lo convierten en un intérprete inconfundible.
El cantante de Radiohead ha abrevado de diferentes fuentes: John Lennon, Nina Simone, Scott Walker y Ella Fitzgerald, tal como declaró en diálogo con The Singers Talk. Con respecto a la afamada cantante de jazz declaró: “En este momento estoy obsesionado con Ella Fitzgerald”.
Una artista que hacía cosas “físicamente imposibles”
Sobre su admirable forma de cantar y su innegable capacidad vocal, el compositor de “Karma Police” analizó: “Su técnica de canto es una locura. Canta increíblemente. Canta tan alto y no se equivoca en una sola nota”.
La influencia o admiración por Fitzgerald no es palpable en la forma de cantar de Yorke, ya que el británico no apuesta por un despliegue virtuoso en lo vocal. Pero aún así confesó su fascinación por el talento de la cantante: “Hace una rapidísima improvisación de jazz que es tan… realmente es físicamente imposible. No he visto a nadie hacer algo como eso”.