Ningún artista tiene la capacidad de conocer el futuro, por lo que la reacción del público ante el lanzamiento de cualquier pieza es una incertidumbre total hasta el momento en que es revelada. Es por esto que cada publicación es como lanzar una moneda al aire.
Por supuesto, las cosas pueden salir como uno lo espera o no, pero eso ya no es decisión del artista sino de sus seguidores. Esto puede generar cierta ansiedad en el creador, como le ocurrió a Chris Cornell previo al lanzamiento de su disco Scream.
Con elementos de pop rock, dance-pop y electropop, el tercer LP de la leyenda del grunge significó un salto al vacío para él, quien tuvo la ayuda de Timbaland, Justin Timberlake y Ryan Tedder en la producción.
Un miedo que tuvo razón de ser
“Incluso cuando tomé la decisión de que era algo que quería hacer, dije: ‘¿Cuáles serán las consecuencias?’”, admitió Cornell en una entrevista con The Strombo Show. “Incluso Timbaland dijo el primer día que nos sentamos: ‘Algunas personas se van a enojar’, y yo dije: ‘Lo sé’. Luego pensé más allá porque ya había pasado por eso con Audioslave”.
Las críticas no acompañaron al disco, que fue defenestrado. Además, colegas como Trent Reznor lo criticaron diciendo que se había “avergonzado” a sí mismo. Aún así, en Estados Unidos Scream debutó en el número 10 del Billboard 200 y se convirtió en el primer álbum solista top 10 del músico.