Cuando hablamos de canciones virales, algunos ejemplos que podemos citar son “Gangnam Style” de Psy, “Despacito” de Luis Fonsi y “Never Gonna Give You Up” de Rick Astley -que se popularizó décadas después de su lanzamiento, en gran parte gracias al Rickroll, un meme de internet-.
En todos los casos mencionados, y en decenas de otros que se podrían dar como ejemplos, un factor en común fueron las redes sociales, internet y plataformas como YouTube que colaboraron para que estas canciones llegaran a oídos del mundo entero. Sin embargo, existen pistas que lo lograron antes de que tener una computadora o celular fuera algo normal.
Algunos casos destacados de tracks que se “viralizaron” hace años son “Thriller” de Michael Jackson -cuyo video musical fue de los primeros en estar en boca de todos- y “I Want to Hold Your Hand” de los Beatles -que hicieron lo propio en tiempos en los que las canciones todavía no contaban con visuales en los que apoyarse-.
Yendo un poco más atrás en el tiempo, hasta mediados del siglo pasado, Chuck Berry alcanzó altísimos niveles de popularidad gracias a su pista “Maybellene”, que vendió más de un millón de copias.
De igual manera, en 1955, Bill Haley and His Comets vio cómo su track “(We’re Gonna) Rock Around the Clock”, lanzado doce meses antes, se “viralizó” luego de formar parte de la banda sonora de la película Blackboard Jungle. Es por esto que, salvando las distancias con lo que ocurre hoy en día, se lo considera el primer éxito viral del rock.