En el imaginario del rock, hay artistas que parecen diseñados para romper con toda lógica. Algunos lo logran desde el histrionismo más exagerado y otros desde la angustia más descarnada. Pero si hay una figura que nunca necesitó gestos grandilocuentes para parecer de otro planeta, ese fue Bob Dylan. Sin embargo, incluso él tuvo un referente al que miraba con asombro, un artista que, según sus propias palabras, llegó “como un cometa desde una galaxia lejana”: Jerry Lee Lewis.
Dylan, que construyó su leyenda entre guitarras acústicas -hasta volverse eléctrico-, nunca ocultó el impacto que tuvo el rock en su juventud. Si bien se formó como trovador folk bajo la sombra de Pete Seeger y Woody Guthrie, fue la actitud de artistas como Little Richard y Chuck Berry lo que lo empujó hacia una transformación definitiva. Y entre todos ellos, el que más lo deslumbró fue Jerry Lee Lewis, quien tocaba el piano de una manera nunca antes vista.
Subido a su banqueta, tirando patadas al aire y apretando las teclas con toda la pasión del mundo, el autor de “Whole Lotta Shakin’ Goin’ On” era un espectáculo increíble de ver, sobre todo para alguien que estaba iniciándose en la música. Lewis representaba la irreverencia y la furia de un rock and roll seminal. “Jerry Lee Lewis llegó como un cometa desde una galaxia lejana. El rock and roll era energía atómica, puro zoom y condena”, declaró Dylan.
Aunque Dylan nunca necesitó prender fuego a su guitarra ni arrojarse al público, su etapa eléctrica -especialmente en canciones como “Ballad of a Thin Man”- lo mostró más encendido que nunca, con gestos casi efusivos mientras cantaba detrás del piano. Dejó atrás el perfil de poeta folk para transformarse en una potencia esencialmente rockera.
La película que retrata cuando Dylan se volvió eléctrico
A Complete Unknown (o Un completo desconocido, como se conoció en Argentina) se centra en los primeros años de Dylan en Nueva York, su creciente popularidad y su icónica actuación en el Festival Folk de Newport de 1965, donde “se volvió eléctrico”. La cinta cuenta con las actuaciones de Timotheé Chalamet, Monica Barbaro, Edward Norton y Elle Fanning.
En nuestra reseña del film destacamos: “Un completo desconocido se presenta como una película correcta, sumamente entretenida y límpida, aunque, contando con la existencia de la alternativa I’m Not There (2007) -película de Todd Haynes-, se presenta como una elección sin riesgo que tiene todos los condimentos necesarios para que todo salga bien: historias de amor, la figura clásica del rockero, el sufrimiento con la llegada de la fama y un mundo en plena transformación”.