La fama no se construye de un día para otro. Muchos artistas han tenido que pasar por situaciones difíciles para apostar por su sueño y solo algunos lograron alcanzarlo con éxito. Hablando de músicos, lo cierto es que muchos comenzaron con trabajos que nada tenían que ver con la música.
Antes de convertirse en millonario y en un icono pop, Freddie Mercury tuvo que buscarse la vida trabajando como maletero en el aeropuerto de Heathrow en Londres. Sin embargo, uno de los trabajos más extraños lo tuvo Ozzy Osbourne, pues trabajó en el matadero.
En una entrevista con Classic Rock en el 2018, relató cómo fue este oficio: “Me gustaba el trabajo no porque matara animales, sino porque cuando terminabas, podías irte a casa. El dinero también era bueno”. Cabe recordar que, años después, sería noticia por arrancar la cabeza de un murciélago con la boca en pleno concierto.
“Llegábamos a las seis de la mañana y, dependiendo de la cantidad de ganado que había que matar, a veces podíamos estar de vuelta en casa tres o cuatro horas después”, explicó sobre esta etapa de su juventud.