Aunque muchas veces el punk esté signado por el caos y lo urgente, los Ramones siempre quisieron hacer las cosas de forma seria y con un cariño incomparable. Si bien es verdad que tenían un estilo desordenado y su sonido distorsionado distaba bastante de lo que sonaba en la radio por aquella época, eran perfeccionistas con todo lo que hacían.
Según recuerda Far Out Magazine, antes de cada show, la banda ensayaba de comienzo a fin la lista de temas para que todo saliera perfecto y pulido en vivo. Sin embargo, cuando algo se salía del libreto, los neoyorkinos se molestaban bastante, al punto de irritarse. Pues bien, un claro ejemplo de ello es cuando se enfurecieron después de que los Red Hot Chili Peppers estropearan uno de sus recitales.
Esto ocurrió en 1988, cuando los Ramones participaron del festival Provinssi Rock en Finlandia. Allí también estaban los RHCP, quienes eran grandes fanáticos de la banda punk. Por ese motivo, no tuvieron mejor idea que planear un homenaje de la manera más inusual y atípica posible: aparecer desnudos en el escenario en medio de su presentación.
El recuerdo de Anthony Kiedis
“Decidimos que sería un gran momento de homenaje si bailábamos desnudos por el escenario durante el set de Ramones“, dijo el vocalista y líder de los Peppers, Anthony Kiedis, al recordar ese momento. “Nunca había visto tocar a los Ramones y no me di cuenta de que eran muy serios en el escenario, y tenían su idea de cómo debería ser un espectáculo en su propia estética y presentación”.
El cantante continuó: “Todos nos desnudamos en el costado del escenario y bailamos por el frente del escenario (…) No fue esa cosa obnubilante donde te detienes y disfrutas del foco, sino simplemente una cinta transportadora de tres bailarines desnudos cruzando el escenario. Y luego nos fuimos“.
La reacción de los Ramones
Aunque pensaron que esto podía llegar a generarle algún tipo de gracia a sus ídolos, la realidad es que los enojó bastante, ya que habían atentado contra su presentación. El más molesto, según recuerda Kiedis, era Joey, quien no disimuló su irritación y se lo hizo saber a la banda.
“Nos encontramos con él en el vestíbulo de este bizarro complejo finlandés y nos estaba gritando de manera estricta y odiosa sobre cómo no teníamos derecho a hacer eso“, mencionó Anthony y finalizó: “No hace falta decir que mi corazón se hundió porque esa no era nuestra intención“.
Podés ver el momento a continuación.