En la vida de todo amante de la música hay un momento clave: el instante en que las canciones dejan de ser simples sonidos y se transforman en algo profundo. Para Clem Burke, el histórico baterista de Blondie que falleció ayer 7 de abril, ese instante llegó al poner The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars de David Bowie.
Un disco que conectó sus influencias
En una entrevista con Goldmine Magazine, Burke repasó los 10 discos que marcaron su vida y no dudó en señalar al álbum conceptual de 1972 como el más transformador de todos: “David, para mí, conectó los puntos y las influencias de todas las cosas que escuchaba en ese momento”.
Para un joven Burke, que no sabía que le esperaban los escenarios del CBGB y giras mundiales junto a Blondie, encontrarse con Ziggy Stardust fue como recibir un llamado del más allá. “Si los Beatles en The Ed Sullivan Show en el ’64 parecían venir de otro planeta, entonces David venía de un sistema solar completamente distinto”, dijo.

Ese vínculo con el personaje alienígena y glam de Bowie no fue solo musical. El 28 de septiembre de 1972, Burke asistió al concierto de Ziggy Stardust en el Carnegie Hall. Tenía 17 años y ahí también estaban Debbie Harry, Chris Stein, Joey Ramone y Andy Warhol. Fue una noche histórica para el rumbo mismo del rock: “¡Algo que me cambió la vida!”.
Según el músico, el disco no solo lo marcó como fanático sino también como artista: canciones como “Moonage Daydream”, “Starman” o “Ziggy Stardust” lo inspiraron a abrazar el ritmo frenético de la ciudad de Nueva York, a mezclar punk con disco y a entender que lo teatral y performático podía convivir con lo salvaje del rock.
Finalmente, Burke reconoció que Bowie no solo cambió el rock con Ziggy Stardust, sino que cambió la vida de varias personas, como la suya. “El álbum anticipó lo que se venía en el horizonte musical: grandes canciones, grandes músicos y una presentación asombrosamente de otro mundo“, sentenció.