Cuando Kiss apareció en la escena musical por primera vez, no pasó desapercibida. Con su extravagancia y magnetismo, la banda de hard rock emergió de las profundidades como una caricatura viviente que incluía todos los clichés de la estrella de rock. Sin embargo, y a diferencia de otras bandas de la época, tenían un talento sin igual que les valió el respeto de fanáticos y críticos.
Aun así, la década de los 80 no fue una época fácil para Kiss. La teatralidad en el rock y el glam estaba comenzado a quedar anticuada y a ser vista con malos ojos por parte del público. A esto se le sumó la aparición de nuevos estilos musicales, más relacionados a ritmos bailables e impulsados por nuevos instrumentos y tecnologías como sintetizadores y máquinas de ritmos. El rock, tal y como se conocía hasta ese entonces, estaba desapareciendo.
La banda que cambió el panorama
Sin embargo, para el bajista Gene Simmons hubo una banda que apareció para cambiar el panorama: Guns N’ Roses. Según recuerda Far Out Magazine, dijo: “Los años 80 fueron una época terrible cuando las guitarras no sonaban como guitarras y había máquinas de ritmos. Pero de repente aparece este grupo: Guns N’ Roses (…) Conectan sus guitarras y simplemente no se complican con cosas elegantes”.
En palabras del músico, fue Appetite for Destruction el disco que lo cambió todo: “Tenía una honestidad que el rock & roll había estado perdiendo“, expresó. Además, comparó a Axl Rose con Robert Plant de Led Zeppelin: “‘Welcome To The Jungle’ es una canción innegable […]. Esa voz aguda que evocaba un enfoque de canto al estilo de Robert Plant no se había escuchado en bastante tiempo”.