Además de ser el líder de LCD Soundsystem, James Murphy es famoso por su influencia en la escena dance-punk y electrónica. Reconocido por su habilidad para mezclar géneros, el artista consolidó su lugar como una de las figuras clave dentro de la escena, aportando también desde su sello DFA Records. Por ese motivo, resulta más que interesante idagar en sus influencias y aquellos discos que lo marcaron.
En 2018, el músico, productor y DJ fue invitado por el medio NME a participar en la elaboración de un listado con “los 100 discos de culto que tenés que escuchar antes de morir”. Su elección para el artículo fue nada más y nada menos que The Second Album (1980), el segundo LP de Suicide, el dúo estadounidense de punk electrónico.
El “uso increíble” de sintetizadores
A través de una cita que acompaña su selección, Murphy explico la importancia de este disco -cuyo título oficial es Suicide: Alan Vega and Martin Rev– en su vida: “Está producido por Ric Ocasek de The Cars. Era un gran fan. Creo que les dio un poco más de capas. Hay un uso increíble de sintetizadores profesionales, pero aún conserva mucha rareza y dureza“.
El artista continuó diciendo que si bien “no es el disco en el que todos piensan cuando piensan en Suicide”, es “un disco realmente notable y de alguna manera prepara el terreno para lo grandioso de sus carreras en solitario después“.