John Lennon era un melómano con todas las letras que disfrutaba de escribir y de escuchar canciones de un amplio abanico de géneros. Sin embargo, no le agradaban los musicales. Tal y como lo recordó Paul McCartney en The Lyrics, su compañero estaba lejos de ser un amante de ese género artístico. Igualmente, había una obra que le escapaba a su odio: West Side Story.
“Aparte de West Side Story, John odiaba los musicales”, afirmó. “Nos gustó y pensamos que era lo suficientemente atrevido para nosotros. Pero John salió de South Pacific [obra de Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II] y dijo: ‘Es demasiado cursi, demasiado remilgado y dulce’”. “Aunque ‘Lennon y McCartney’ sonaba como ‘Rodgers y Hammerstein’, estaba bastante claro que nunca íbamos a escribir musicales”, aseguró McCartney.
En su entrevista con David Sheff, Lennon contó que se inspiró en West Side Story para la canción “There’s a Place”: “Ese fue mi intento de algo así como Motown, algo como lo que hacen los afroamericanos. Dice las cosas habituales de Lennon: ‘En mi mente no hay dolor. Todo está en tu mente'”. Por su parte, McCartney afirmó que la frase que da título a la canción se originó en “There’s a Place for Us”, del soundtrack de la película West Side Story (1961).