Para Joey Ramone, el punk significaba mucho más que un simple género musical. Para él, representaba una filosofía de vida. Si bien la historia suele ubicar el debut de los Ramones en 1976 como el verdadero punto de partida del movimiento, el propio vocalista nunca ocultó que su mayor influencia fue el garage rock de la década de los 70.
Esa oleada de bandas, que emergió del barro con jóvenes músicos sin mucha técnica pero con mucho entusiasmo, fue el caldo de cultivo de la irreverencia que más tarde se cristalizaría en el punk rock. Bandas como The Kingsmen, The Sonics o The Seeds encendieron la chispa a través de canciones iracundas, crudas y ruidosas, además de una energía avasallante.
Los Ramones supieron apropiarse de ese pathos: versionaron clásicos como "California Sun" de The Rivieras o "Surfin’ Bird" de The Trashmen, y reivindicaron esa estética amateur y desfachatada que definió al garage. Sin embargo, para Joey Ramone la banda ideal de aquella era provenía de Inglaterra: The Pretty Things.

Formados en 1963 en Sidcup, Kent, por exintegrantes de The Blue Boys (banda que alguna vez contó con Mick Jagger y Keith Richards), The Pretty Things construyó un legado tan grande como subestimado. Con su sonido áspero, imagen desprolija y un desparpajo que los alejaba de la pulcritud de sus contemporáneos británicos, encarnaban todo lo que Joey consideraba esencial en una banda de garage. "Eran la banda modelo de garage rock", llegó a decir el cantante neoyorquino.
Phil May y Dick Taylor, líderes de los Pretty Things, siempre relativizaron esa etiqueta, diciendo: "En ese momento nadie hablaba de garage, tocábamos donde podíamos". Sin embargo, más allá de las definiciones, su influencia fue determinante para cientos de bandas y músicos que llegarían después, entre ellas, los Ramones.
El género musical que los Ramones despreciaban
Los Ramones surgieron en Nueva York a mediados de la década de los 70, en una época en la que géneros como el rock y el disco estaban en su auge. Fiel a la ideología punk, nunca tuvieron pelos en la lengua para hacerle saber al mundo lo que pensaban, ya sea a través de una canción o de una entrevista. Tal es así que en diferentes oportunidades dieron a conocer cuál era el género musical que no podían soportar.
“Cuando salimos en el 74, el rock ‘n’ roll estaba prácticamente muerto”, recordó Joey Ramone en una entrevista de 1996, antes de dejar en claro su desprecio por algunos géneros musicales en particular: “Era totalmente disco y rock corporativo. Era totalmente sintético. Toda la diversión desapareció por completo”.
En diálogo con la revista Sweet Potato en 1979, el guitarrista Johnny Ramone también disparó contra el disco cuando afirmó: “Odio la música disco. Es asquerosa. Es una especie de complot comunista para suavizar nuestro cerebro, para eliminar sus grietas. [...] Todo suena igual. Es estúpido”, señaló. Por su parte, Dee Dee Ramone definió al disco como “un montón de música ruidosa y gente rara saltando arriba y abajo”.