El pop tiene la característica de entregar canciones pegadizas que pueden permanecer en nuestra mente durante días. Para lograr este efecto, existen ciertos elementos que deben conjugarse de manera efectiva. La ciencia ha tomado nota de cuáles son los efectos neurológicos que provocan que una canción se nos "quede pegada", tal como señala la Dra. Concetta Tomaino, la directora ejecutiva del Instituto de Música y Funciones Neurológicas.
"¿Sabes cómo las imágenes de los sueños son en realidad metáforas de algo más? Estas canciones que vienen a la mente espontáneamente suelen surgir porque tienen un significado emocional o de otro tipo. No aparecen así como así. Algo en tu cerebro, en el fondo de tu mente, está procesando algo y dice: '¡Bum! Hay una asociación con esa canción'. De lo contrario, no tendría por qué aparecer”. Esto podría explicar por qué se vienen a la mente hits como "Happy", "Get Lucky" y otros himnos del pop de nuestro siglo.
En esta misma línea, el Museo de Ciencia e Industria emprendió un estudio en el que determinaron que la canción más pegadiza del siglo XXI es "Just Dance" de Lady Gaga, el single con el que saltó a la fama y que pertenece al disco The Fame (2008). Para ello, contaron con participantes que lograron identificar el tema a menos de tres segundos de comenzado, el cual quedó sonando en sus cerebros.
Algunos de los aspectos que hacen de este tema una pieza pop pegadiza es que está en tono de Do menor, se desarrolla con cuatro acordes típicos para el género, cuenta con una instrumentación muy cercana a la electrónica y contiene un ritmo de marcha. Además, la introducción tiene un sintetizador y la estructura responde a estrofa y estribillo en repetición.
Las canciones más pegadizas de Queen según la ciencia
Según un estudio científico, tres grandes hits de Queen se encuentran entre los más pegadizos de la historia: "We Are the Champions", “Bohemian Rhapsody” y "We Will Rock You", la mejor según la ciencia. La elección surgió después de que la Universidad de St. Andrews, en Escocia, aplicara una fórmula para determinar la pista que más fácil se le pegaba a la gente.
Acorde al estudio, la ecuación es la siguiente: “Receptividad + (previsibilidad-sorpresa) + (potencia melódica) + (repetición rítmica x1,5) = gusano auditivo. Este término se utiliza para referirse a una pieza musical pegadiza y/o memorable que ocupa continuamente la mente de una persona incluso después de que ya no se toca ni se habla de ella.