El paso del tiempo hace que las opiniones de una persona con respecto a diversos temas cambien y lo propio les ocurre a los artistas con sus obras. Entre tantos creadores que vivieron esta situación en carne propia se encuentra George Harrison.
Aunque empezó estando escalones por debajo de John Lennon y Paul McCartney, el guitarrista ascendió en la escala de poder de The Beatles y para la grabación de Revolver ya se había ganado un lugar al lado de la dupla en lo que respecta a escritura e interpretación vocal.
Uno de los tracks de Revolver que Harrison encabezó fue “I Want to Tell You“, una pista sobre tener tantas ideas en la cabeza y, de manera bastante frustrante, no poder comunicarlas cuando llega el momento.
En un principio, la canción expresaba exactamente lo que George tenía en mente. Sin embargo, con el correr del tiempo esto dejó de ser así, por lo que el músico dijo en su autobiografía titulada I Me Mine: “Si tuviera que reescribir la sección del puente ahora, tendría que decir: ‘Aunque parezco actuar de manera cruel/No soy yo, es mi mente’”.
“La mente es lo que salta diciéndonos que hagamos esto y aquello, cuando lo que necesitamos es perder (olvidar) la mente”, agregó Harrison, cuyo interés por las prácticas espirituales también creció año tras año e influenció su trabajo.