Joe Perry, el histórico guitarrista de Aerosmith, fue claro en varias ocasiones sobre su visión del rock y el metal, especialmente cuando se trata de bandas como Guns N’ Roses, que a menudo son clasificadas como “hair metal” o “heavy metal”. Cuando llegaron los 80, trajeron consigo una explosión de bandas de hair metal como Whitesnake y Poison. Aerosmith, sin embargo, encontró su lugar adoptando el glam y el estilo visual que definió parte de esa década sin sucumbir al desgaste del género.
A finales de los 80, Guns N’ Roses irrumpió con una actitud irreverente influenciada por el punk y un sonido más cercano al rock puro, lejos de las virtuosidades del metal clásico. A menudo, la banda era etiquetada como una de metal, algo con lo que Perry no estuvo de acuerdo. “En su momento los llamaban metal, pero no lo eran. El metal no es sexy, pero el rock sí lo es. Para decirlo de otra manera: puedes tener el rock, pero necesitas el roll“, comentó dejando en claro que la esencia de la banda californiana no se ajustaba a los moldes del género.
Para él, temas como “Paradise City” y “Welcome to the Jungle” eran la antítesis del metal clásico: simples en la medida justa, con estribillos pegadizos y una energía directa. “La música de Guns N’ Roses no tenía esos excesos instrumentales que mucha gente hacía en la época: su sonido era muy sabroso”, agregó el guitarrista. De manera similar, Slash -emblemático guitarrista de los Guns-, siempre se mostró reticente a identificarse con el metal y nunca se sintió cómodo con la etiqueta.