John Frusciante es uno de los grandes guitarristas de la música contemporánea. Su carrera se forjó junto a Red Hot Chili Peppers -banda que dejó en dos oportunidades- y de manera solista, pero siempre desde un estilo muy personal e icónico que no se construye específicamente sobre una ejecución signada por el virtuosismo y la rapidez, sino más bien sobre solos fuertemente identificables con una melodía, como si su guitarra estuviera cantando.
Si bien los grandes héroes de la guitarra como Jimi Hendrix, Slash, B. B. King, Eric Clapton y más acostumbran a deslumbrar a su público con la destreza, el guitarrista de los Red Hot Chili Peppers apunta a otra cosa y esto es, en parte, porque tiene como uno de sus grandes ídolos a Kurt Cobain.
En una entrevista con Rolling Stone (recogida por Far Out), Frusciante reveló su gran fascinación por el líder de Nirvana: “No tengo nada en contra de tocar rápido, pero crecí en un tiempo en el que el heroísmo y la rapidez estaban por sobre el deseo de hacer música hermosa. Kurt Cobain llevó el acto de tocar la guitarra más lejos que cualquiera con mucha más técnica”.
Cobain no era un virtuoso y de hecho subvirtió las reglas de las escalas tradicionales en muchas ocasiones, pero sin dudas revolucionó el rock y la música popular al ser uno de los pioneros del grunge. John Lennon fue una de las más fuertes inspiraciones de Cobain y esto lo hizo centrarse fundamentalmente en el aspecto melódico a la hora de tocar la guitarra y, con los elementos técnicos que tenía, logró reinventar la ejecución de la guitarra en el rock rompiendo con el molde de la destreza, la rapidez y los ostentosos solos.