Desde que "Bohemian Rhapsody" sorprendió al mundo entero con su osada estructura y su explosiva fusión de géneros y secciones, se convirtió en sinónimo de Queen. Tanto, que fue el título elegido para la exitosa biopic lanzada en 2018 y con Rami Malek en el papel de Freddie Mercury.
Sin embargo, encasillar a la banda británica en una sola canción sería reducir un legado que abarca décadas de exploración sonora, teatralidad y joyas escondidas. Entre hits que alcanzaron el top, hay canciones que merecen mayor reconocimiento. A continuación repasamos cuatro canciones eclipsadas por la fama de los grandes éxitos, pero esenciales para comprender la grandeza de Queen.
"Keep Yourself Alive" – Queen (1973)
"Keep Yourself Alive", primer single y canción de apertura de su disco debut, no logró entrar en los rankings. Sin embargo, su energía y su estructura ya dejaban entrever la química especial entre los miembros del grupo.
"Cool Cat" – Hot Space (1982)
En pleno apogeo del pop de sintetizadores y el funk urbano, Queen decidió desviarse de su camino rockero con Hot Space, un disco que dividió a la crítica y al público. En medio de ese experimento destaca "Cool Cat", una pieza relajada, sensual y minimalista.
"Bicycle Race" – Jazz (1978)
Tal vez no sea del todo desconocida, pero "Bicycle Race" rara vez recibe el crédito que merece como una pieza progresiva disfrazada de canción escueta. En apenas tres minutos, Queen despliega una sinfonía caótica y divertida que desafía cualquier intento de clasificación.
"The Millionaire Waltz" – A Day at the Races (1976)
Si "Bohemian Rhapsody" fue una ópera rock, "The Millionaire Waltz" es su sofisticada prima teatral. La canción, escrita por Mercury, funciona como una comedia musical en miniatura: comienza con un vals clásico, se transforma en una explosión de guitarras y coros grandilocuentes, y cierra con elegancia.