La discografía de Queen está plagada de himnos que trascendieron las barreras del tiempo para convertirse en hits inmortales. Sin embargo, entre todos ellos, hay uno al que la mayoría apuntaría como el mejor de todos: “Bohemian Rhapsody”. Escrita por Freddie Mercury y producida por Roy Thomas Baker junto a la banda inglesa, la pista fue el sencillo principal de A Night at the Opera, el cuarto disco de Queen editado en 1975.
Considerada ampliamente como una de las mejores canciones de todos los tiempos, “Bohemian Rhapsody” se convirtió en un éxito internacional tras su lanzamiento, alcanzó el número uno en cinco países y el nueve en los Estados Unidos. 17 años después, volvió a ingresar a las listas de éxitos en los EE. UU., donde se ubicó en el segundo puesto después de aparecer en la exitosa película de 1992, Wayne’s World.
Sin embargo, antes de lograr tantos reconocimientos, Queen tuvo que luchar contra su sello discográfico, el cual quería meter mano en su creación y acortarla. Ellos consideraban que, debido a su duración de casi seis minutos, nadie la iba a reproducir en la radio. Aún así, Mercury y los suyos se pusieron firmes y defendieron su visión.
“¿Con quién puedes comparar eso?”, preguntó Mercury. “Nombra un grupo que haya hecho un sencillo de ópera. Estábamos convencidos de que sería un éxito en su totalidad. Nos hemos visto obligados a hacer concesiones, pero cortar una canción nunca será una de ellas”. Afortunadamente para la banda y sus fanáticos, ellos se salieron con la suya y “Bohemian Rhapsody” no sufrió modificaciones.