The Rolling Stones han acumulado cientos de anécdotas, pero pocas tan insólitas e inesperadas como la que ocurrió en 1976 durante una gira europea. En pleno concierto en Alemania, Keith Richards se quedó dormido en el escenario mientras tocaba una de las canciones más suaves y, al menos a su parecer, más aburridas del repertorio de la banda: “Fool to Cry”. El tema, incluido en el álbum Black and Blue, marcó un cambio en el sonido de los Stones, ya que el conjunto británico pasó de la energía cruda del rock que los caracterizaba a experimentar con baladas más suaves y melódicas influenciadas por el soul.
Escrita por Mick Jagger y Richards y lanzada como sencillo en 1976, la pista logró alcanzar el puesto 10 en el Reino Unido y el 15 en los Estados Unidos. Sin embargo, el track generó divisiones tanto entre los fanáticos como dentro de la banda. La postura de Richards sobre el tema quedó clara cuando reveló el increíble episodio que vivió sobre el escenario. “Me quedé dormido en el escenario en medio de ‘Fool to Cry’. Es un tema muy aburrido, y yo estaba bastante fuera de mí. Estaba usando uno de esos pedales de volumen, y simplemente lo mantuve presionado. Se volvió tan fuerte que tuve que despertarme”.
A pesar de todas las historias sobre el hedonismo y el desenfreno de Richards, este apagón que tuvo arriba del escenario fue completamente inusual para Keith, quien “siempre se desvive en el escenario", tal y como le dijo el road manager de los Stones, Ian Stewart, a la biógrafa del músico, Barbara Charone. "Algunas noches se mueve y otras se queda de pie tocando. Algunas noches puede estar un poco apagado y soltar alguna que otra bofetada, pero nunca se deja llevar", sumó.