Cuando Mick Jagger y Keith Richards descubrieron el blues estadounidense, lo hicieron como creyentes de una religión que aún subsistía. El impacto fue inmediato y visceral. Richards lo resumió años después: "Fue la música más poderosa que había escuchado”. Para Jagger, era simplemente "lo más real” del mundo.
Esa devoción compartida se volvió contagiosa dentro del grupo: Brian Jones, Charlie Watts y más tarde Mick Taylor, todos se sumergieron en el legado de artistas como Muddy Waters, Robert Johnson y Jimmy Reed, transformando a los Stones en los más grandes embajadores británicos del blues eléctrico estadounidense.
A lo largo de su carrera, la banda alternó entre homenajes directos, versiones reverentes y composiciones originales impregnadas de esta influencia. A continuación, cinco canciones fundamentales que dan cuenta de cómo el blues no solo moldeó el sonido de los Stones, sino también su identidad más cruda y visceral.
5. “No Expectations” – Beggars Banquet (1968)
Melancólica y crepuscular, esta canción marcó una despedida en más de un sentido. La guitarra slide de Jones (uno de sus últimos aportes antes de su trágico final) acompaña a Jagger en uno de sus momentos vocales más vulnerables.
4. “Ventilator Blues” – Exile on Main St. (1972)
Grabada en el sótano de la villa de Richards en el sur de Francia, esta rareza oscura condensa el lado más denso y áspero del blues stoniano. Con una firma rítmica ideada por Bobby Keys y Watts, y una guitarra venenosa cortesía de Taylor, “Ventilator Blues” es uno de los tantos temas que la banda nunca logró replicar en vivo.
3. “You Gotta Move” – Sticky Fingers (1971)
Inspirados por la versión de Mississippi Fred McDowell, los Stones grabaron esta joya en Muscle Shoals, Alabama, en 1969. La interpretación respeta la austeridad del original: guitarra slide fantasmal, percusión mínima y la voz de Jagger adelante de todo.
2. “I Can’t Be Satisfied” – The Rolling Stones No. 2 (1965)
En 1948, Muddy Waters electrificó el blues rural con este tema. La versión de los Stones, aún en plena etapa formativa, sorprende por su convicción: Jagger canta con descaro y Richards se adueña del slide como si hubiera nacido en el Mississippi.
1. “Midnight Rambler” – Let It Bleed (1969)
La gran ficción blues de Jagger y Richards. En esta epopeya de violencia y decadencia, el dúo se transforma en narradores de un cuento criminal al estilo de Robert Johnson pero amplificado por los excesos de fin de los años 60.