El hard rock es una categoría difícil de definir. Si bien no podríamos hablar estrictamente de un subgénero del rock, sí es una designación útil para referirnos a bandas y artistas que ofrecen una propuesta de rock más pesado, sin llegar necesariamente al heavy metal.
The Kinks fue la primera banda que se identificó con esta etiqueta, gracias a su hit “You Really Got Me” de 1964. Si bien dentro del hard rock podemos encontrar propuestas aún más extremas, lo cierto es que, en el contexto de los años 60, este tema significó una novedad y un riesgo sonoro, sobre todo en lo que respecta a las guitarras; algo que también se empezó a observar en las creaciones de Jimi Hendrix y Cream.
Con el tiempo -y luego con la llegada del heavy metal y el punk-, la categoría de hard rock comenzó a volverse aún más abarcativa y rica. Desde el rock industrial y las propuestas de Ministry y Nine Inch Nails, hasta la carrera solista de Ozzy Osbourne, quien exploró diferentes búsquedas musicales y sonoras en contraste con lo que había hecho en Black Sabbath.

El glam rock -subgénero que reinó entre los 70 y 80- también comparte varios aspectos tanto con el heavy metal como con el hard rock. Bandas como Guns N’ Roses parecen resumir una combinación de ambos, lo que se tradujo en una mayor popularidad y llegada al público.
Lo cierto es que también podemos encontrarnos con bandas que, si bien se inscriben más bien en el metal, apostaron en alguno de sus discos a composiciones más cercanas al hard rock, como es el caso de Judas Priest. Finalmente, cuando hablamos de hard rock, hay dos nombres que no pueden faltar y que prescinden de cualquier definición: Deep Purple y Led Zeppelin. Su música habla por sí sola.
A continuación, los 10 mejores discos de hard rock de todos los tiempos.