Bruce Springsteen cuenta con una carrera sólida, influyente y capaz de sostenerse en el tiempo. Apodado "El jefe", representa el rock estadounidense más tradicional y ostenta una trayectoria sumamente exitosa en términos comerciales, algo evidente en su capacidad para seguir llenando estadios en la actualidad y en los 10 discos que alcanzaron el número uno a lo largo de los años.
En su recorrido, Springsteen exploró el folk, el country, el rock e incluso coqueteó con el pop, consolidándose como uno de los compositores más importantes de la historia. A continuación, elegimos y repasamos sus tres mejores discos.
3. Born in the U.S.A. (1984)
Este álbum llevó a Springsteen a la cima. Con su icónica portada, marcó el regreso del músico al rock tras haber incursionado en el folk en Nebraska (1982), su trabajo anterior. Este disco incluye dos canciones clave para el éxito y la carrera de "El jefe": el tema que le da nombre y “Dancing in the Dark”. Aunque muchos interpretaron que la canción principal era un himno patriótico en alabanza a Estados Unidos, en realidad denunciaba el maltrato que recibieron los veteranos de Vietnam por parte del gobierno tras su regreso de la guerra.
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2. Darkness on the Edge of Town (1978)
Springsteen se caracteriza por ser un compositor prolífico, cuyas canciones parecen brotarle de lo más profundo de manera natural. Esto se evidenció durante los tres años en los que estuvo impedido de lanzar nueva música debido a una demanda contra su mánager; en ese tiempo, básicamente, se dedicó a escribir sin parar. Las mejores composiciones de ese período formarían parte de Darkness on the Edge of Town (1978), un disco que recibió críticas altamente positivas y que, si bien no está repleto de éxitos comerciales, incluye joyas como “Badlands” y “Prove It All Night”.
1. Born to Run (1975)
El tercer disco de su carrera fue el que llevó a Springsteen a consagrarse. El recibimiento por parte del público fue ampliamente positivo, lo que permitió que el álbum alcanzara el puesto número tres en el Billboard 200. Algunas de las canciones que lo convierten en una obra fundamental dentro de la trayectoria de Springsteen, y en un referente para comprender la tradición del rock estadounidense, son “Born to Run”, “Tenth Avenue Freeze-Out”, “Thunder Road” y “Jungleland”.