Durante décadas, Eric Clapton no solo tocó la guitarra: la convirtió en una extensión de su propio cuerpo, en un arma emocional capaz de acariciar con delicadeza o desgarrar sin remordimientos. Hubo una época en que las paredes de Londres decían "Clapton is God", y no era precisamente una frase lanzada al aire porque sí.
Entre los años 1966 y 1970, "Slowhand" atravesó un período creativo en estado de pura gracia: fue alma del blues británico, coqueteó con la psicodelia, armó y desarmó bandas por gusto y placer y dejó algunos solos de guitarra que todavía siguen erizando la piel de quien los escucha.
A continuación, 5 solos majestuosos de Clapton que compuso para proyectos propios y ajenos.
5. "Presence of the Lord"
Banda: Blind Faith.
Disco: Blind Faith, 1969.
En su breve paso por Blind Faith, Clapton dejó esta joya medio escondida. Arranca como un tema espiritual, casi gospel, hasta que en el minuto 2:30 pega un volantazo y entra en un terreno más denso, casi psicodélico. Su solo suena como si estuviera al borde de la explosión, distorsionado, roto. Tocó con un amplificador Leslie y la guitarra parece estar pidiendo auxilio.
4. "Layla"
Banda: Derek & the Dominos.
Disco: Layla and Other Assorted Love Songs, 1970.
Uno de los temas más reconocibles del rock y también uno de los más viscerales. Clapton lo escribió enamorado y frustrado por Pattie Boyd, la esposa de su amigo George Harrison. Junto a Duane Allman construyeron un muro de guitarras que llora y se desgarra. El solo es directamente demoledor.
3. "White Room"
Banda: Cream.
Disco: Wheels of Fire, 1968.
"White Room" se configura como una postal de la psicodelia de finales de los 60. El tema arranca lento y estalla hacia el final con un solo de guitarra que es directamente un torbellino. Clapton, con su wah-wah al mango, distorsiona, arrastra, modula y desarma las notas.
2. "While My Guitar Gently Weeps"
Banda: The Beatles.
Disco: The White Album, 1968.
Harrison, que no era ningún improvisado, entendió que "While My Guitar Gently Weeps" necesitaba otra sensibilidad. Por eso llamó a su amigo Eric, que al principio dudó, pero finalmente se animó a meter mano en una sesión beatle. El resultado: una guitarra que parece lamentarse en serio. Clapton agarra la Les Paul y saca frases que se sienten en el pecho.
1. "Crossroads"
Banda: Cream.
Disco: Wheels of Fire, 1968.
Grabado en vivo en el Winterland Ballroom de San Francisco, este clásico reversionado del viejo blues de Robert Johnson es directamente un antes y un después. Clapton mete riffs afiladísimos y dos solos incendiarios que, aunque desprolijos en el tempo, tienen una garra cruda que le suma mística. Hay algún que otro pifie, sí, pero también hay fuego, viaje y un instinto que desborda.