Roger Waters, el legendario músico británico, nunca fue una persona que se caracterizara por ir soltando elogios así como así, ni tampoco un consumidor de un sinfín de artistas. De hecho, a lo largo de su carrera se caracterizó por una postura crítica frente a la industria y por una clara inclinación hacia colegas con integridad, discurso y profundidad en sus letras.
Para Waters, escuchar música no es una simple actividad pasiva sino que se asemeja más a una experiencia que debe llevar al oyente a conmoverse y cuestionarse cosas. Por eso, no sorprende que, cuando se le preguntó qué artistas consume habitualmente, nombrara a tres que siempre se mantuvieron fieles a su arte y visión: Bob Dylan, Neil Young y John Prine.
En una entrevista con Television New Zealand allá por 2007, Roger dejó en claro que no le interesaba seguir las tendencias del pop moderno y admitió que, a pesar del paso del tiempo, hay algunos pocos colegas a los que les sigue el rastro constantemente.

“No escucho mucha música y ciertamente no el pop contemporáneo”, confesó. “No es que crea que no vale, pero mi interés está en otras áreas. Sigo escuchando música. Tengo algunos compositores favoritos que, cuando publican algo nuevo, lo escucho”.
Waters dio a conocer que Dylan, Young y el ya fallecido Prine son de los artistas que nunca lo defraudaron y a los que sigue desde hace años. “Siempre compro el nuevo álbum de Dylan, el nuevo de Neil Young y el nuevo de John Prine, y le echo un vistazo a una o dos cosas más”, confirmó.
Sin lugar a dudas, para Waters estos tres pesos pesados de la música son más que cantautores admirados: son referentes de una manera de entender el cuarto arte desde una perspectiva distinta a la de la mayoría, como una forma de "verdad".