La carrera de Ramones tiene una interesante y extensa discografía. Desde su primer disco, Ramones, hasta mediados de la década del 90, la banda punk experimentó con diferentes sonidos y melodías pero siempre dentro de los límites del género, contando canciones más agresivas y otras baladas más románticas.
Cada miembro de la banda tenía su disco favorito. En el caso de Johnny Ramone era Road To Ruin, el cuarto álbum de la banda que vio la luz en 1978. Este trabajo está compuesto por 12 canciones entre las que se encuentra uno de los más grandes hits de la historia de la banda, “I Wanna Be Sedated”, el cover “Needles and Pins” y el track punk melódico “She’s the One”.
Una particularidad de este disco es que la producción estuvo a cargo de Tommy Ramone -quien acababa de dejar la banda a causa del cansancio por la exigencia de las giras- junto con Ed Stasium, quien había trabajado con Talking Heads. “La producción es lo mejor de este disco“, explicó Johnny, quien agregó: “Tiene muy buenas canciones”.
Tommy había sido el productor de los álbumes anteriores, pero en este caso se encontraba solo en este rol y esto hizo que consiguiera un resultado superador. Como reemplazo de Tommy, en Road to Ruin ingresó como baterista Marky Ramone, otro de los elementos que hicieron de este disco una pieza fundamental de la banda.