Hay muchos casos de artistas que parten de este mundo en el mejor o peor momento posible, según cómo se lo mire. Aunque puedan parecer inmortales, son cientos los casos de músicos que fallecieron cuando mejor estaban. Uno de ellos fue Roy Orbison, un artista cuya voz resulta inigualable para Jeff Lynne.
Aunque es verdad que por un tiempo fue visto como una estrella del pasado, sobre todo en sus últimos años solista, Orbison vivió un último gran momento gracias a Lynne. Además de coescribir uno de sus éxitos, “You Got It”, la fundación de The Traveling Wilburys -supergrupo formado por Lyne, Orbison, George Harrison, Tom Petty y Bob Dylan– le dio un nuevo respiro a su carrera y lo volvió a colocar en un lugar de reconocimiento.
Irreemplazable
La decisión de Lynne de incorporar a Orbison al grupo no tenía nada de clemencia, sino que era pura admiración y reconocimiento por lo que, para él, era un artista invaluable. “No puedes reemplazar a Roy. Es imposible. Roy tenía la mejor voz que he escuchado en el rock ‘n’ roll, simplemente magnífica”, declaró Lynne en una ocasión (vía Far Out Magazine).
El supergrupo lanzó dos discos: Traveling Wilburys Vol. 1 (1988) y Traveling Wilburys Vol. 3 (1990). A pesar de que el proyecto fue de corta duración (en parte debido a la muerte de Orbison poco después del primer álbum), The Traveling Wilburys se convirtió en una de las colaboraciones más queridas y respetadas en la historia del rock.