Kurt Cobain, el líder y frontman de Nirvana, fue un admirador incondicional de R.E.M., una banda que, aunque muy diferente al sonido arrasador y crudo del grunge, marcó una profunda influencia en su vida y carrera. A pesar de su aparente incomodidad con el éxito mainstream, Cobain nunca ocultó su admiración por el grupo que lideraba Michael Stipe. De hecho, incluyó el álbum Green (1988) en su lista de los 50 discos favoritos de todos los tiempos.
R.E.M.: Un faro para Cobain
En una entrevista con Rolling Stone en 1994, Cobain expresó sin tapujos su respeto por la banda: “Si al menos pudiera escribir canciones tan buenas como las que ellos han escrito… Ellos son los más grandes. Han manejado el éxito como santos y siguen entregando música increíble”. La capacidad de R.E.M. para mantenerse fieles a sí mismos mientras alcanzaban el éxito global fue un ejemplo que Cobain idealizó en su lucha constante con la fama y las expectativas.
Una de las canciones que reflejó esta admiración fue “About a Girl“, una de las composiciones más icónicas de Nirvana. Cobain reveló que estaba inspirada en el sonido pop de R.E.M. y en la música de los años 60, un contraste evidente con el sonido que caracterizaba al grunge. Para Kurt, incorporar un toque pop en su álbum debut Bleach fue un paso arriesgado, pero una forma de rendir homenaje a la banda que consideraba indispensable.
La idea de Stipe para salvar a Cobain
Sin embargo, la conexión entre Cobain y R.E.M. fue más allá. En un giro trágico y conmovedor, Stipe intentó ayudar a su amigo en sus últimos días. Consciente de la tormenta emocional que lo rodeaba, Stipe trató de salvar su vida ofreciendo un pretexto musical: una colaboración. El músico le envió un pasaje de avión y un chofer para que lo llevara a su encuentro.
“Estaba haciendo eso para intentar salvarle la vida“, confesó Stipe en una entrevista con Interview Magazine. Y agregó:
“Simplemente construí un proyecto para intentar sacar a Kurt de ese estado mental. Él clavó el boleto en la pared de su habitación, mientras que el conductor esperó afuera de la casa durante 10 horas. Kurt no salió ni respondió el teléfono. Yo estaba en Miami grabando un disco y no sentí que pudiera volar al otro lado del país por alguien a quien realmente admiraba, que era un amigo, un buen amigo, pero no mi mejor amigo, ¿sabes a lo que me refiero? No sentí que me correspondiera tomar un avión e ir a Seattle. Estaba haciendo lo que pensé que era lo mejor en ese momento. Y, francamente, no soy bueno tratando con adictos a la heroína. Probé heroína, pero fue por accidente. No soy bueno manejando ese nivel de abuso de sustancias”.