Si por algo se caracterizó Pink Floyd fue por la contundencia de sus discos y cómo la banda evolucionó en cada uno de ellos. Sin embargo, el baterista Nick Mason admitió no haber conectado nunca con uno de esos álbumes: A Momentary Lapse of Reason (1987).
Después de que el guitarrista David Gilmour lograra quedarse con los derechos para continuar bajo el nombre de Pink Floyd sin Roger Waters, A Momentary Lapse of Reason se convirtió en el primer álbum con él y Mason a la cabeza, y Richard Wright participando como sesionista.
La realidad es que, a diferencia de otros trabajos de Pink Floyd, este se volcó a una estética ochentera con la inclusión de cajas de ritmos y otro tipo de instrumentos, que relegaron el trabajo de Mason como baterista.
En un apartado de su libro Inside Out (vía Far Out Magazine), Mason confesó que se sintió desconectado con la banda durante la producción de este disco, diciendo:
“Es un disco muy cuidado, con pocos riesgos tomados. Estas cosas juntas me hacen sentir un poco alejado de Momentary Lapse hasta el punto en que no siempre suena a nosotros. Sin embargo, ‘Learning to Fly’ sí lo hace, por alguna razón”.